Por: José Augusto Vargas Fernández

El Gobernador Regional Fernando Meléndez quiere que Pedro Paredes Vela le pague un millón de soles y además que vaya a la cárcel un año y ocho meses. ¿De dónde le viene estas ganas de incrementar su patrimonio con un millón de palitroques, y de pasada librarse de un crítico comentarista radial y afilada pluma?. Fácil y sin jugar la Tinca. Dice Don Fernando Meléndez Celis que Pedro Paredes le ha Difamado, “Difamación Agravada” le llama. En consecuencia, presto, a recurrido donde uno o varios de sus abogados, para solicitar al Juez que encarcelen al atrevido y además le pague el millón mencionado. Pero veamos si desde la óptica jurídica la pretensión del Gobernador, que no le aguanta pulgas a nadie, tiene asidero.

Estos son los hechos:

En Febrero de 2016, Pedro Paredes, recibe en las oficinas del Diario “Ahora” la Copia de una Carta enviada por Ana Luisa Sandi Campos, en ese entonces, internada en el Penal, condenada por el Delito de Narcotráfico, dirigida a Fernando Meléndez Celis. En la misiva le increpa al Gobernador Regional haberla engañado, le solicita que le devuelva el dinero que invirtió en su campaña en las elecciones del 2014 en la compra de afiches, chalecos color naranja, volantes, etc. Incluso afirma haber pagado el hospedaje del Señor Cesar Fajardo Reyes, “Jefe de Recursos humanos de la  ONPE”.

Pedro Paredes Vela, periodista, sabe que el hecho es noticia destacada. El 17 de febrero de 2016,  lo comenta en la Radio y se publica en el Diario “Ahora”.

¿La publicación de esta carta, que Pedro Paredes denomina “narcocarta”, afecta el derecho al honor de Fernando Meléndez Celis? ¿En consecuencia Pedro Paredes a cometido el Delito de Difamación, que al haberse realizado mediante órgano de prensa, constituye difamación agravada?. Sostenemos que No. Por desgracia para el  Gobernador, en nuestra opinión, el sueño del millón de soles se esfumará.

Me explico:

Es evidente que el periodista no actuó con intención de perjudicar el honor o la reputación del Gobernador y aunque lo hubiera hecho, no es delito, porque el honor, si fue perjudicado, se hizo justificadamente, la conducta de Pedro no es antijurídica. Es decir, actuó con una causa de justificación, como el que genera una lesión ejerciendo legítima defensa.

En la difamación se produce un conflicto entre dos derechos fundamentales, por un lado la libertad de expresión, información y opinión, por otro el derecho al honor y la buena reputación. El Juzgador deberá determinar en el caso concreto cual derecho predomina, ese análisis deberá hacerse a nivel de la antijuridicidad. Sostengo que Pedro Paredes Vela no tiene responsabilidad penal, ya que actuó al amparo del Inc. 8 del Art. 20 del Código Penal que a la letra dice: “Esta exento de responsabilidad penal: …”, Inc.8: “El que obra…en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo”. Está claro que la libertad de información y de expresión es un derecho fundamental, también lo está que el oficio de Pedro es el periodismo. ¿Por qué debe predominar este derecho sobre el honor de Gobernador? Por las siguientes razones:

1.- La noticia tenía una gran relevancia social, sin duda era de interés público. Primero porque se trata de un personaje público, Fernando Meléndez, funcionario por añadidura. Segundo por que se pone en entredicho un proceso electoral, instrumento fundamental de la democracia. Tercero, hay legítimo interés público, con escándalos a nivel nacional e internacional, sobre la financiación de las campañas electorales. ¿Cabe alguna duda?

2.- Pedro Paredes actuó diligente y razonablemente con la finalidad de comprobar que la información tenía fundamento, así, verificó la existencia del remitente de la Carta, la razón por la que se encontraba en prisión (Narcotráfico), esta se ratificó en el contenido de la carta, es más, lo hizo públicamente a través de las ondas de la radio. Incluso, unos días después, el esposo de Ana Luisa Sandy Campos ratificó el contenido de la Carta.

En este punto es necesario hacer una aclaración, la obligación del periodista no es comprobar la verdad de la conducta atribuida, basta con que actué diligentemente para comprobar que la información es creíble. Pretender, como pretende el Señor Meléndez, que el hombre de prensa compruebe la veracidad del contenido de la carta, acabaría con la libertad de información y expresión. Esa es chamba del Fiscal,  este aún con todo el aparato y poder del Ministerio Publico suele demorarse meses, incluso años en concluir una investigación. Imagínense si este fuera un requisito para publicar la información ¡La libertad de prensa se habría extinguido!

3.- No existe en los comentarios radiales o en las publicaciones escritas, realizadas por Pedro Paredes, ninguna expresión vejatoria contra el Gobernador Regional, es decir, no hay insultos, por el contrario lo invita a aclarar el hecho. Sí hay crítica, comentario irónico, duros cuestionamientos, pero esto es propio de una sociedad democrática, y el Gobernador, funcionario público, cuyo sueldo se paga con nuestros impuestos, debe soportar, es su obligación. Como dice la canción: “Si te metiste a soldado, ahora tienes que aprender”.

Lástima, parece que no habrá el millón de soles.