El consumo de la mariguana es un tema polémico porque hay quienes están a favor y otros en contra. Lo cierto es que el utilizarla sin una razón médica, y solo para fines recreativos, puede tener repercusiones graves e importantes en la salud física, mental y emocional de las personas, como lo señala Pablo Sergio Rebollo Munguía, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Entre los principales efectos dañinos de la mariguana está que al ser una sustancia psicoactiva deteriora al sistema nervioso central y motiva cambios específicos en sus funciones. Este sistema se encarga de realizar funciones vitales para el ser humano, como lo son detectar, analizar y reaccionar a todos los cambios en el cuerpo y del ambiente externo.

En el sistema nervioso central puede originar psicosis, alucinaciones, esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión, alteraciones cognitivas, pérdida de la memoria e, incluso, de los sentidos visual y auditivo.

Además, el docente de la máxima Casa de Estudios de México, aseguró que la mariguana produce adicción y una dependencia física que repercute sobre los sistemas cardiovascular, respiratorio, digestivo e inmunológico, entre otros, y además ocasiona osteoporosis.

En el aparato respiratorio causa, a la larga, cáncer pulmonar, porque fumar un churro de mariguana equivale a cinco cigarrillos, uno tras otro y se le atribuye 30 por ciento de los infartos al miocardio.

La mariguana se utiliza con fines médicos en personas que padecen cáncer y tienen un tratamiento de quimioterapia, porque es un antiemético (contiene el vómito). Además es recomendada en pacientes con enfermedades crónico-degenerativas como el Parkinson (ayuda a disminuir el temblor), y en el tratamiento de Alzheimer, esclerosis múltiple y fibromialgia, entre otras.