Cada vez que doy una vuelta por la plaza de Armas y el semáforo me avisa rojo justo en las esquinas de Putumayo con Póspero levanto la mirada y veo la famosa “Casa de fierro” y es lo que me impulsó a escribir este artículo. La historia de esta casa es bastante cautivadora por decirlo menos, ya que fue la primera casa prefabricada ensamblada en el Perú, esta casa fue diseñada por Maurice Koechlin y Émile Nouguier y construida por el célebre ingeniero francés Alejandro Gustavo Eiffel, el mismo de la famosa torre de París y la estatua de la libertad en New York; quien tenía la compañía “Eiffel & Co”, y contaba con todo un staff de arquitectos e ingenieros bajo su mando para diseñar y construir estructuras metálicas de todo tipo y que luego eran armadas o construidas en gran número para ser distribuida por varios lugares, sobre todo en las colonias francesas, motivo por el cual se le atribuye a este gran constructor todos los créditos de la citada Casa de Fierro. Su diseño original data del año 1860, y fue construido en los talleres de la empresa Belga «Forjes D’ Aisseau»; es decir nuestra Casa de Fierro aunque Ud. no lo crea, es anterior a la famosa torre de París. Ya que esta última fue construida para la “Exposición Internacional de París” en 1889, para conmemorar el centenario de la «Revolución Francesa».

Inicialmente esta casa prefabricada fue adquirida por el cauchero alemán “Julius H. Toots”, desarmada y trasladada íntegramente hacia el Perú, en el barco de bandera brasileña “Perseverança” con el que cruzó el Océano Atlántico, pero durante el transbordo en la ciudad de Manaus la carga fue vendida por Toots al cauchero Boliviano “Antonio Vaca Diez”, socio de “Carlos Fermín Fitzcarrald”, con la intención de ser llevada hasta el río Mishagua, en Madre de Dios. Sin embargo, el traslado fue imposible debido al bajo nivel del agua del río, forzándolo a revenderlo a otro cauchero español de nombre, “Francisco Borges”; con la idea de llevarlo a la ciudad de Requena (que en ese entonces tenía casi la misma cantidad de habitantes que Iquitos). Tras una serie de idas y vueltas comerciales, la casa es adquirida por el industrial “Moyobambino” Anselmo del Águila. Es este último empresario quien finalmente la convierte en su mansión y esta emblemática edificación se armó en el año 1887, disponiendo que se ensamble en su ubicación actual (esquina calle Próspero y Calle Putumayo) frente a la Plaza de Armas de la ciudad de Iquitos.

Desde un contexto técnico, se puede decir que «La Casa de Fierro», se trata de una estructura «Pre-Fabricada»; tipo un “Mecano Metálico” (ya que es un ingenioso sistema de estructura a partir de perfiles metálicos unidos mediante tornillos y pernos), y que cuando fue adquirida en Europa por el cauchero alemán “Julius H. Toots”, este encargó su transporte a su paisano el empresario alemán “Klaus Strassberger”, quien era padre nada menos del que posteriormente se convirtiera en el alcalde de Iquitos por dos periodos “Emilio Strassberger” (Puede leer al respecto en mi artículo : Iquitos y su alcalde alemán Nazi). La estructura metálica adquirida según su diseño original tenía más del doble de su tamaño actual, antes de ser desarmada y trasladada íntegramente hacia nuestra ciudad. Pero cuando la casa es adquirida por el cauchero Anselmo del Águila, éste manda a armarla en su ubicación actual (esquina Próspero / Putumayo). Como el tamaño de la Casa original era muy grande para el lote de terreno, debió ser dividida en dos partes, una parte fue destinada para el primer mercado central de nuestra ciudad que se terminó de construir en el año 1886 y la otra para la «Casa de Fierro» que se terminó de armar al año siguiente con el esplendor que actualmente todos conocemos.

El primer mercado central de nuestra ciudad, cuya cobertura fue armada con partes de la estructura metálica de la Casa de Fierro fue levantada inicialmente en el lugar donde se encuentra el ex hotel de turistas, esquina del Malecón Tarapacá con el jirón Putumayo; es decir la ubicación del primer Mercado central fue frente a la primera plaza Ramón Castilla (actual malecón) y al costado izquierdo del fastuoso “Hotel Palace” (que se encontraba en construcción, acabados interiores en esa época). Es menester mencionar que en esa zona del malecón existía un pequeño embarcadero a orillas del Amazonas donde se desembarcaba allí la producción de frutas, verduras, pescados y demás animales que venían de los asentamientos ribereños de nuestra Región; y que muy convenientemente se ubicó al frente el primer mercado de abastos de nuestra ciudad. Recordemos que este mercado era una estructura desarmable así que luego lo trasladaron a la esquina del jirón Sargento Lores con calle Moore, donde se encuentra actualmente.

La Casa de Fierro que es una de las más grandes expresiones arquitectónicas de Iquitos, es considerada como Patrimonio Histórico Cultural de la Nación y ha quedado como testimonio del apogeo de la época del caucho; durante la gran depresión (1927), fue comprada por el español Julio Queija, quien la convirtió en un restaurante, posteriormente la alquiló para ser usada como fábrica de dulce y tienda de ultramarinos. Luego paso por innumerables dueños (o arrendatarios) hasta llegar a propiedad de Don José Fortes Da Costa, luego la heredó su hijo mayor Don José Fortes Martin; quien al morir le dejó a su viuda Sra. Judith Acosta viuda de Fortes. Como es bien sabido esta casa emblemática ha sido parte de distintos negocios o locales comerciales, pero es evidente que “NO” es la única casa prefabricada que vino de Europa y se colocó en alguna ciudad Peruana; por ejemplo, si algunos de mis lectores conoce el Mercado “San Camilo”, “Puente Bolivar”, “Teatro Fénix” y la “Estación del Ferrocarril”; todas ellas en la ciudad de Arequipa, podrán haberse percatado que se tratan de estructuras metálicas empernadas, ya que fueron diseñadas también en la empresa «Eiffel & Co», de propiedad de Alejandro Gustavo Eiffel. Así cómo estás, hay otras en nuestro país y muchas más en América Latina (principalmente en Centroamérica), que le son atribuidas al famoso ingeniero francés.

Nuestro inmueble más representativo, ubicado en el centro mismo de la ciudad parece olvidado, en un proceso agudo de deterioro, abandonado a su suerte. Siendo todo un monumento Arquitectónico de Iquitos, sin embargo, se luce como un espacio sin vida, sin brillo, lentamente agonizando en medio del caos, la bulla, la indiferencia y la desidia de nuestras autoridades; en verdad podríamos hacer algo para detener esto y salvar la «Casa de Fierro» antes que sea tarde, no olvidemos que «el silencio no es el patrimonio de las almas vulgares», y eso no va con nosotros; porque los loretanos somos un pueblo que amamos la vida y deleitamos el alma. Dentro del marco del Decreto Legislativo. Nº 1198 que modifica el artículo 6to de la Ley No 28296. Normas que promueve la participación de la empresa privada en el rescate del patrimonio cultural, por lo que me permitiré invitar a los empresarios de la CCITL, para que inviertan en la restauración de la Casa de Fierro, lo que sería una obra que generaría la aprobación de toda la población, al poner en valor esta casona, automáticamente aumentará el valor de toda la zona a su alrededor. La gente podrá así socializar, ya que es uno de nuestros mayores atractivos y sería un excelente medio para explicar y transmitir la importancia y el rol que tuvo “la época dorada del caucho” para el desarrollo de nuestra ciudad.