El desarrollo sostenible en – 20

La tierra no da tregua y menos sus habitantes. Han pasado 20 años desde la primera cumbre de Rio de janeiro y las cosas han empeorado. Más allá de las nuevas cuñas de conceptos que se manejan hoy en día como este del “desarrollo sostenible” en el discurso de todos los políticos para hacer lo correctamente público en sus campañas, no hay avances significativos.

Peor aún los abismos sociales se han acrecentado en América Latina y en especial en países donde la biodiversidad es, por naturaleza, una potencialidad de desarrollo como es el caso del Perú. Estos abismos son precisamente debido a la explotación de los recursos sin mayor control. Esa actividad primaria como es la extractiva está en manos de unos cuántos, de unos grupos que por diversas circunstancias lo tienen en propiedad.

Cuando este orden se intenta alterar nacen los conflictos sociales. ¿Tiene que ver esta realidad con el actual panorama sombrío que observamos en el atentado al medio ambiente mundial? Por supuesto, esta indiscriminada consecución de los recursos y su posterior procesamiento no sólo han acrecentado los abismos sociales sino que están amenazando al planeta.

Aunque muchos atribuyen a una simple moda la lucha por el medio ambiente o en el peor de los casos lo atribuyen como un nuevo discurso de grupos políticos vinculados a la izquierda como un renacimiento de su proceso de captación social, la realidad va más allá y ya muchos grupos religiosos y partidos liberales vinculados a esta problemática se han sumado de manera progresiva pero sin mayor efecto en los círculos de decisión o de poder.

Una prueba de ellos son las conclusiones que saldrán de esta cumbre Río + 20 que se emitirá esta semana tras este encuentro mundial en Brasil. No sólo se han tildado de gaseosos los compromisos y poco efectivos para operativizarlos en decisiones que vinculen a los países comprometidos, sino que se prevé que tendrán los mismos resultado de la primera cumbre realizada hace 20 años en la misma ciudad. Sólo sirva para hacer nuevos términos como Desarrollo Sostenible sin compromisos de inversión real en fondos que mitiguen la contaminación o en la disminución de volúmenes de este flagelo sin efectivas acciones de aprovechamiento de los recursos naturales dirigidos a poblaciones necesitadas mediante un respeto de las condiciones de vida de donde se producen estos recursos.

Para muestra un botón. El país más contaminante del mundo como son los EE. UU. De Norteamérica ni asiste al evento, ni piensa en comprometerse como se lo han pedido todos los que sí intentan hacer algo, al menos para la foto. Por eso el mensaje de la adolescente en el inicio de esta cumbre tiene una base real al manifestar que muchos asisten a esta cita con la idea de salvar su imagen y no precisamente para salvar a la gente.

Pero al menos se continúa en el intento y se suman más países en esta lucha. El Perú es uno de ellos, aunque en las acciones de gobierno el discurso sea sólo para la platea internacional como lo ha mostrado Ollanta Humala en su intervención de ayer,  pues en acciones reales del gobierno en cuestiones de desarrollo sostenible, se sigue con la misma actuación histórica de postergación de los que sí podrían fe de un real desarrollo sostenible.

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