Politiqueros y periodistas
ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel
De cómo de un tiempo a esta parte se confunde periodismo político con politiqueros metidos de “periodistas”.
Una de las campañas políticas más hostiles que se vivió en la provincia de Maynas fue la de 1992-1993 en la que competían por el sillón municipal tres políticos que tenían adherentes en el gremio periodístico y que contrataban espacios en los medios de comunicación que tenían la nada grata misión de despercudirlos de algunas cochinaditas y embarrar a sus opositores.
Como aún no se había establecido las elecciones regionales la jurisdicción de Maynas era la plaza más apetecible tanto por el número de electores como por el presupuesto que disponía. Jorge Chávez Sibina había formado “Nueva Amazonía” luego que se quedara en la Alcaldía por la muerte de José Silfo Alván del Castillo y quería mantenerse en el sillón porque le bastaron cinco meses en el cargo para darse cuenta que le podría servir de trampolín para cosas mayores. Joaquín Abensur Araujo había decidido a última hora su participación con los colores de Acción Popular y quería volver al puesto luego que en la década del 60 se alejó, o mejor dicho lo alejaron. Iván Vásquez Valera había formado “Fuerza Loretana” para esas elecciones luego que en 1990 se estrenara con muchas perspectivas en la arena electoral y política como candidato a Diputado en las filas del Movimiento Regionalista Loreto.
Chávez Sibina tenía en los medios algunos aliados porque “denunciaba” presuntas irregularidades en el programa “vaso de leche” y cuando asumió la Alcaldía sus defensores mediáticos se multiplicaron y se focalizó en una radio y en un periodista, ambos ligados familiarmente a la autoridad. Desde esas posiciones lanzaban loas a la nueva gestión y dardos a los opositores. Joaquín Abensur Araujo comenzó su campaña tarde y rezagado pero su inversión en medios –acompañado de un carisma y aquello de “viejo zorro” no sólo de la política- le sirvió para ganar la elección sin insultar a sus contrincantes sino empeñándose en que destaquen sus virtudes de hombre exitoso. Iván Vásquez Valera estrenaba movimiento propio y convenció a varios profesionales que no habían incursionado en la política a hacerlo y su relación con los medios y los periodistas recién se inauguraba. Quizás esa experiencia le llevó a fundar su propia radio y alguna vez declaró que lo hizo por una cuestión política pero que después se dio cuenta que el desarrollo empresarial y comunicacional no se oponían. Hoy su radio combina bien la música y en época de campaña se convierte en su principal vocero y sus periodistas, naturalmente, también.
Es difícil que un medio no se incline hacia un candidato sea por convicción o por conveniencia. Es difícil que un periodista no se incline hacia un candidato sea por convicción o por conveniencia. Pero hay individuos que hacen de su labor una bandera política y confunden periodismo político con periodismo politiquero sin ningún escrúpulo. Son los politiqueros metidos de “periodistas” y aparecen sólo en campaña electoral. Los periodistas podemos (debemos) coincidir con ideas políticas y propuestas de los candidatos pero en tiempos de elecciones tenemos (debemos) que intentar ser lo más plurales posibles y estar conscientes que el mejor servicio que podemos dar a la comunidad es abriendo los espacios a todas las propuestas por más descabelladas que éstas sean o por más insoportablemente mitómanos y demagogos sean quienes las expresen. Por eso me alegra escuchar (ver y leer) a los periodistas que han participado en las elecciones municipales anteriores y a pesar de las presiones e insinuaciones se han mantenido como tales. De los que alquilan espacios en la radio y televisión (en los periódicos no lo hacen porque son incapaces de escribir) en cada campaña electoral es mejor no ocuparse porque a esos los llamo “los golondrinos del oficio”, con el perdón solicitado a tan tiernos animalitos.