La penúltima del APRA
ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel
Meche no asegura que encenderá la mecha
En menos de lo que come un búfalo el Presidente del APRA y de todos los peruanos decidió mandar al tacho las elecciones internas que la democracia establece y postular a la exministra Mercedes Araoz a la Presidencia de la República cuando aún no terminaba el barullo creado por la posibilidad de una alianza con el PPC.
Y es que Meche es la mejor representante del aprismo moderno. Ya que su perfil es de una mujer exitosa en los círculos financieros internacionales en los que el partido fundado por Haya de la Torre hoy goza de una imagen inversamente diferente a la que tenía en 1990. Muchos creen que con esta candidatura el Apra renuncia a sus postulados cuando en realidad es la consecuencia de haberlos dejado de lado hace varios años para beneplácito de la clase empresarial a la que nunca como hoy estuvo tan cerca.
Y no es que sea malo estar al lado de los empresarios y de los inversionistas extranjeros. Ni antes ni después. Lo malo es andar por calles y plazas despotricando de los poderosos y no hacerse paltas para pactar con quienes lo representan. Lo malo es endilgar a los opositores el populista mote de “candidata de los ricos” y no tener problemas en apoyar alianzas que serían impensables en personas con principios. Peor aún porque esta proclamación no ha sido consecuencia de una plenaria o un congreso extraordinario –tan afín a los compañeros- sino a la voluntad de quien ha hecho del voluntarismo un norte partidario.
Más allá de las candidaturas y las alianzas que hará el aprismo nacional será divertido observar los malabares verbales que ensayarán los apristas loretanos para justificar esta candidatura. Y será mucho más divertido aún las explicaciones que darán los apristas loretanos para que los demás entendamos una alianza inorgánica con la representante de todo lo que no hace muchos años ellos mismos tenían como enemigos del desarrollo.
Y eso que falta definir las candidaturas loretanas al Parlamento donde algunos apristas ya han comenzado una campaña interna sin detenerse a pensar que más allá de sus aspiraciones los que finalmente decidirán quién va y quién no serán los dirigentes nacionales, es decir el mismo que a manotazo limpio decidió la candidatura presidencial de Meche.
Si esto sucede en uno de los partidos que se considera mejor organizados del país que no extrañe lo que decidan los demás porque hace tiempo en el país las elecciones ha dejado de ser una cuestión de principios para convertirse en una de oportunidades. La de Meche no es una candidatura que asegure calentamiento de la campaña en torno al aprismo sino la comprobación que mientras los precandidatos apristas recorrían el país promoviendo sus intenciones en Palacio hace varios meses ya se ha definido sobre qué palitos se pisará.