¿Coherencia? Reflexiones estoicas

Por Miguel DONAYRE PINEDO

¿Hay coherencia en la política? A vistas de todos es muy claro que no. Lo que dijo ayer un político o política hoy puede decir lo contrario y ni siquiera se ruboriza. Se quedan con la cara de conchudo, diría un amigo mío. Lo peor es que se justifica como si los demás, digo la ciudadanía, fuéramos tontos, que nos chupamos el dedo ante sus torpezas.  ¿No sería honesto admitir una contradicción? A esta actitud, ellos y ellas, políticos de profesión,  llaman coherencia.  Lo  curioso del caso es que quienes se suben al carro de la política desgañitando como leitmotiv: transparencia, coherencia, honestidad incurren en las mismas sandeces. Los mismos errores de libro. En razonar sus estupideces. Miren el encierro en que se encuentra Obama o el caso de Humala ante las mineras que no atinan a dar con la tecla correcta [más con los ambientalistas conservadores subidos al lomo del poder]. ¿Les faltó dosis de realidad? ¿se les fue la poética? Es un poco de todo. En este ámbito de las contradicciones, llama la atención de la ingenuidad de la izquierda peruana en su cohabitación [servinakuy o arrejunte] con las ideas nacionalistas. Es comulgar con piedras de molino. El nacionalismo de por sí es totalitario y poco democrático. A todo esto, quizás ¿la coherencia está sobrevalorada en la política?