La tercera cuadra de la calle Huallaga se convirtió en una playa de estacionamiento para los motociclistas, quienes dejan sus vehículos en las veredas obstruyendo el libre tránsito peatonal.

Pro y Contra llegó hasta el lugar y evidenció que los pobladores deben evadir las motos para poder caminar. Esta situación se repite a lo largo de la vía, contribuyendo al desorden y que se incremente el tráfico vehicular.

A esto se suman los ambulantes quienes también se creen dueños de la acera y la utilizan para colocar o expender sus productos.

Lamentablemente este problema que debería ser el de todos, parece no incomodarle ni importarle a la población. Mucho menos a nuestras autoridades, que no hacen nada para remediarle.