ESCRIBE: Chachín Inga

El 17 de junio de 1972, el Complejo Watergate, perteneciente al Partido Demócrata de los Estados Unidos, fue allanado por 5 ladrones quienes fueron acusados por intento de robo y tratar de interceptar las comunicaciones telefónicas de dicho partido. Este plan fue llevado a cabo por quienes manejaban el Comité para la Reelección del Presidente (CRP) Richard Nixon.

En un inicio, se buscó encubrir lo sucedido, el Jefe de Campaña de la CRP, negó cualquier tipo de vinculación con lo sucedido y, a su vez, el Secretario de Prensa de Nixon, minimizó los hechos como un simple «intento de robo de tercera clase». Ante ello, tanto la prensa como el Senado de los EE.UU iniciaron una profunda investigación, donde se comprobó que uno de los ladrones, trabajaba como agente de seguridad del Partido Republicano y además, se encontró un cheque de 25 mil dólares, destinados para la campaña, en la cuenta de uno de los cinco ladrones que participaron del fallido intento

Gracias a testimonios reveladores de antiguos funcionarios y personal de Nixon, se supo que el Presidente contaba con un sistema de grabación, tanto en su oficina personal como en otras oficinas de la Casa Blanca. Dichas cintas fueron analizadas por el Comité investigador, donde se encontraron conversaciones comprometedoras, el cual probó, entre otras cosas, el encubrimiento y la obstaculización, por parte de Nixon, a todo lo sucedido en el Edificio Watergate. Este escándalo concluyó con la renuncia del Presidente Richard Nixón a la Presidencia de los Estados Unidos.

En nuestro país, durante la dictadura de la década de los años 90, y en especial, aquel 14 de setiembre del año 2000, un video propagado por varios Congresistas, a través de una conferencia de prensa trasmitida en vivo por Canal N, se observó a Vladimiro Montesinos, Asesor (en la sombra), del ex Presidente Alberto Fujimori, sobornar, en la salita del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), con una importante cantidad de dinero, al Congresista de ese entonces, Alberto “Beto” Kouri, para que renuncie a la bancada de Perú Posible e integre las filas oficialistas, apoyando, de manera incondicional, al gobierno de Fujimori.

Luego de este “terremoto” político, y la posterior fuga de Monstesinos, se logró destapar, lo que era un secreto a voces, la red de corrupción fuji-montesinista; donde salieron a la luz los famosos “Vladivideos”, desfilando en la salita del SIN, un sin número de políticos, empresarios, dueños de medios de comunicación, entre otras personalidades del país que, en su gran mayoría, eran sobornados por el mismo Vladimiro Montesinos.

Estos acontecimientos hicieron que Alberto Fujimori, quien estaba involucrado en este y otros hechos, tuviera que renunciar, vía fax, desde Tokio, a la Presidencia de la República, luego de realizar un viaje a la Cumbre de la APEC, en Brunei. Sin embargo, dos días después de su renuncia, el 21 de noviembre del año 2000, el Congreso, al no aceptarle dicha renuncia, emitió la Resolución Legislativa, declarando su vacancia a la Presidencia de la República por «incapacidad moral permanente”.

Otro hecho, de triste recordación, en nuestra historia política, fue la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, (PPK) a la Presidencia de la República, el 21 de marzo de 2018, aduciendo “no querer ser un escollo para que el país encuentre la senda de la unidad y la armonía que tanto necesita”.

Pero, recordemos que, habiendo salvado una moción de vacancia, en el Congreso de la República, fue el video grabado y presentado por el finado ex Congresista Moisés Mamani, de la bancada fujimorista, quien termina de sepultar la caída de PPK. En los llamados también “Kenjivideos”, se observa como algunos congresistas, en la oficina congresal de Kenji Fujimori, comprometen al ejecutivo ofreciendo presuntos privilegios para sus respectivas regiones, con la finalidad de conseguir su apoyo en el Congreso, para las decisiones que se tomaban desde Palacio de Gobierno, debido a que la bancada oficialista contaba con muy pocos integrantes.

Junto al destape de estos videos, se sumaban y tomaban mayor fuerza, los cuestionamientos por los supuestos vínculos de PPK con Odebrecht, además del indulto otorgado a Alberto Fujimori; hecho que se interpretó como una burda negociación con su hijo Kenji Fujimori, para que, como Congresista, se sumen, él y otros colegas, al oficialismo.  

Hoy nos enfrentamos a una nueva crisis política, donde, una vez más, los audios juegan un papel preponderante en el futuro de nuestro país. Es por ello que, como Congresista, invoco al Presidente a realizar sus descargos y nos aclare cada uno de los cuestionamientos a los cuales está siendo sometido.

Por la gobernabilidad y tranquilidad del país, tomaremos la mejor decisión, con la objetividad que se requiere, pensando siempre en el Perú de hoy y mañana.

¡Juntos, saldremos Adelante!