Amor en tiempos modernos

Escribe: José Rodríguez Siguas

Para Gabriel García Márquez la novela más importante dentro de su producción literaria, no es precisamente la fenomenal Cien Años de Soledad, sino la terrenal, como él mismo dice, El Amor en los Tiempos de Cólera. Esta novela celebra el triunfo del amor de Florentino Ariza y Fermina Daza, que después de más de media centuria lograron, finalmente, estar juntos frente a todas las vicisitudes.

La introducción da motivo para referirnos a la celebración por el Día de San Valentín (patrono de los enamorados), como también del Día de la Amistad, tan caro en nuestros tiempos, es bueno hacer un recuento de cómo están estos dos aspectos.

Sin lugar a dudas, la cuestión del amor ha cambiado con el tiempo, hay cosas que se han ido perdiendo, de inestimable valor, como las serenatas (que recuerdan a los trovadores de la Edad Media) que causaban gran sensación en su momento, pues a algunos les iba bien, lograban el objetivo que era estar con la chica deseada; pero otros recibían insultos, agua fría o cualquier otro elemento que tenían los padres a la mano. Hay muchas anécdotas sobre este asunto.

Las cartas de amor de puño y letra también se están extinguiendo, más nice resulta mandar mensajes “ultramodernos” a través de un celular con todos los soportes que la tecnología permite. Pero también hay otro detalle que está en la palestra, la frase “Billetera mata galán” ha dado motivo a que el dinero se imponga a cualquier sentimiento, ya lejos está el romanticismo de antaño, sin embargo, algunos se resisten a esta prédica y son más románticos que nunca, pues creen que no hay nada más puro que el amor sin mercantilismo. Sólo el tiempo nos dirá lo quesucederá realmente.

¿Y cómo va la amistad? Desgastada creo, pues a estas alturas he visto a muchos amigos pelearse por las puras, a veces los motivos son entendibles, pero da pena ver cómo se dan de alma cuando antes eran uña y mugre (un caso ejemplar en otros lares y otro tiempo es el de Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, grandes amigos al inicio, grandes enemigos después por el puñete propinado por el primero al segundo en México en la década del setenta). Hoy, desgraciadamente, el puñal por la espalda es tan frecuente en el círculo de amigos (o seudoamigos, diría yo) que todos andan preparados para que nada los sorprenda.

Así pues el Día del Amor y la Amistad, tiene distintas aristas, y sólo las personas son las que deben darle un derrotero adecuado. Por mi parte me queda dar las gracias a Selmith, mi esposa, por compartir sus días con este incipiente escribidor y a Fernando Paisig Vela, un ejemplo de lo que es la amistad a través de los años.