No es una Isla

ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel

Son muy pocos los casos donde los congresistas loretanos terminan su período con mayor aceptación de la que ingresaron. Y es que el trabajo parlamentario siempre generará descontento porque la población se crea mayores expectativas y los congresistas –aún como candidatos- se encargan de alimentar las mismas. Y son escasas también las reelecciones loretanas en el Parlamento debido a lo anteriormente señalado. Sin embargo, el caso de Víctor Isla Rojas, por lo menos en lo referente a la reelección, no podría considerarse como una isla. No sólo por su presencia en el escena política –una década como parlamentario representando a Loreto, a pesar de ser originario de Alto Amazonas- sino por su papel en el ambiente partidario.

Por estas consideraciones no nos hagamos muchas ilusiones con el cuarteto de congresistas que tenemos para el próximo lustro. Pero siempre es bueno tomarles el pulso, más aún si ya han cumplido un mes de estar sentados en el cargo. Así, Víctor Isla estrenó su reelección con la presentación del proyecto de derogatoria de la llamada ley Corina, aunque muchos creyeron ver en ese gesto un saludo a las tribunas no hay que olvidar que Isla ha demostrado tener sentido de la oportunidad. Y éste ha sido pertinente porque ha callado a quienes per se consideran que a los parlamentarios hay que oponerse de todas maneras. Pero más allá de ese sentido de la oportunidad, Isla podrá hacer más cosas por Loreto manejando adecuadamente sus vínculos con el Ejecutivo antes que sus relaciones con el Legislativo.

Y el nombramiento como responsable de la organización del PNP en toda la zona Oriente le entrega una fortaleza interna en regiones como Ucayali, San Martín y Loreto que seguramente sus oponentes dentro de esa agrupación tratarán de minimizar. Hoy queda una cosa clara y documentada: Isla Rojas es la persona de confianza en la Selva. Con algunos matices es una especie de ojos y oídos para quienes tengan que tomar decisiones que involucren a esas regiones. Teniendo ese pergamino ya dependerá del congresista saber utilizar ese poder para contradecir la imagen que siempre se tiene de los parlamentarios y que se grafica en las votaciones.

Dicho en pocas palabras: de Isla depende que los loretanos tengamos en el nuevo gobierno un motivo para mantener la confianza en que las cosas pueden cambiar para mejor. No es tarea fácil. Pero vamos a ver cómo lo hace y si los nombramientos que se vienen en las empresas públicas van en esa dirección.