*Por fin un lugar donde toda la carta es amazónica.
“La loretanita” es el único restaurante donde el comensal puede oler, tocar y ver al ají charapita en su arbolito. Hay muchos restaurantes que incluyen en su carta la gastronomía amazónica, pero donde prevalece la comida nacional e internacional. Son pocos con una plantación de ají charapita en la sala y una carta exclusiva de comida amazónica. “La loretanita” es un restaurante de comida amazónica que hace pocos días abrió sus puertas con una particularidad que la distingue: te sirven al ají charapita y te muestran la planta del mejor ají del mundo. Al costadito, como su hermana menor o prima hermana, también se nota el famoso pucunucho. Ambas se miran de reojo, como respetándose mutuamente ante los ojos del comensal.
El comensal, llevado por la curiosidad, no tiene otra alternativa que pararse y acercarse no sólo a ver el pequeño arbolito sino juntar la nariz hacia el preciado fruto y disfrutar de su aroma, color y textura. Ésa es la diferencia, o una de las diferencias, con los demás restaurantes de su rubro. El sabor es clave en todo restaurante. “La loretanita” da la talla en ese detalle. Agregado a eso que ha sido diseñado para rendir homenaje a la madre naturaleza con paredes verdes que dejan de lado la pintura para ceder paso a las hojas que dan la sensación de estar en medio de un arbusto.
Otra diferencia es que por fin en Iquitos se tiene un establecimiento exclusivo -cuánta falta hace “El exclusivo” que fundó el chino Alarcón con su esposa Chelita Chong- donde se puede comer con comodidad, limpieza y aroma. Hay varios restaurantes que en medio de su carta tienen comida amazónica. En “La loretanita” toda su carta es amazónica. Ahí la diferencia.
A manera de sugerencia, debería incluir una carta de tragos regionales. Por ejemplo, cualquier corteza con buen aguardiente y una hojita de sachaculantro dentro y fuera del vaso, tiene un efecto afrodisíaco no solo para la vista sino para otros órganos. Otra sugerencia es que se ofrezca café pasado y no “instantáneo”. Un ambiente tal elegante, una decoración con tantas plantas, un restaurante con tan buena propuesta no puede prescindir de un café en grano pasado minutos antes de servirse.
En las noches, cuando se vean las riberas bañadas de calor en Iquitos, se puede disfrutar de comida amazónica en “La loretanita” desde las 5 de la tarde hasta las 11 de la noche. Seguro pensarán ampliar el horario para que se almuerce también. Propuestas de este tipo es lo que necesita Iquitos para ser vista cada vez como una ciudad cosmopolita y logre ser bonita también en gastronomía.