No son muchos los loretanos que conocen Musakarusha, ese pueblo donde los candoshi viven de una manera auténtica a orillas del lago más hermoso de Loreto y donde uno puede sentir la naturaleza en su plenitud. Ese lago Rimachi tendría que ser un destino turístico inevitable. Aunque, claro, muchos dirán que precisamente su encanto radica en que no ha sido descubierto por los operadores turísticos. Pero es otro tema. Porque curiosamente los loretanos –con mayor énfasis los que vivimos en la capital loretana quejándonos hipócritamente del centralismo limeño- aún no hemos descubierto ni nuestra propia región.

Pues desde el puerto de San Lorenzo uno puede partir hacia ese pueblo navegando por el Morona y despercudiéndose de la contaminación general de las ciudades. Y, como casi en todos los lugares, lo más importante es su gente. La mayoría de periodistas tenemos como referencia del pueblo candoshi la hepatitis B que los ha diezmado terriblemente. Y es verdad. Porque cuando hablan de la enfermedad el técnico enfermero –que es también candoshi- explica que por falta de un sistema de refrigeración no pueden cumplir con la dosis de vacuna y que esa carencia los lleva a la muerte después de años. A pesar que la cooperación internacional ha puesto sus ojos en los pobladores la carencia de este sistema ha mandado al diablo lo fundamental: preservar la vida. En el poblado se puede apreciar una vivienda abandonada con las siglas WWF y los pobladores aún recuerdan al joven profesional Luis Moya, quien vivía con ellos. Pero el proyecto se quedó sin financiamiento y el pueblo sin especialista y la historia del nunca jamás. De siempre.

En los últimos meses estuve hasta en tres oportunidades con los candoshi. En todas he probado la comida por ellos preparada. Suri recién frito, masato elaborado con la masticación ancestral y, vaya vaya, un caldo de gallina que muchos no quieren saborear. Sí. Temen comer. ¿Saben por qué? Pues en el mismo pueblo se nota ataúdes cubiertos con plástico en especies de barbacoas y por los alrededores rondan hermosas gallinas. Una de esas es muerta para preparar el sabroso caldo. Y la gente que es del lugar pero que vive lejos del contacto con los candoshi teme probar el caldo porque las gallinas están alimentadas por los muertos. Puede que tengan razón. Pero esos caldos de gallina tomados en el puesto de salud de Musakarusha son deliciosos. Y hasta ahora está impregnado en mi paladar. Si se alimentan con el jugo de los muertos o si esas aves tienen algunas sustancias que, tarde o temprano pueden dañar el organismo, no quita en nada el aroma y exquisitez del momento.

2 COMENTARIOS

  1. hola,
    realmente condenable el hecho del gobierno no dar la debida atención médica a esa poblacion indigena…muestra de un centralismo criminal ,fraticida y cruel pq es hecho por los propios loretanos…increíble…y muy asustador el hecho del periodista beber bebidas contaminadas con saliva de personas portadoras de hepatitis B…sin palabras

  2. Estimado Jaime Vásquez,

    Efectivamente fuí uno de los especialistas que trabajó con los hermanos Kandozi desde el año 2004 al 2012 (fuimos un equipo de 5 personas que trabajó directamente en este proceso). La experiencia fue verdaderamente única, dado los lazos de amistad, conocimiento cultural y formación profesional que tuve en este maravilloso lugar, el cual puede ser no solo un potencial turístico por lo majestuoso que es el lago Rimachi, sino por el potencial de la diversidad biológica que éxiste en este vasto territorio, el potencial pesquero es importantes y la fauna silvestre también, tal es el caso que actualmente este pueblo cuenta con un Programa de Manejo Pesquero (PROMAPE), el cual fue elaborado sobre la base del conocimiento local, de igual manera un grupo de mujeres Kandozi vienen implementando hasta ahora su plan de manejo de taricaya «charitos», único aprobado fuera de áreas naturales protegidas y que este año ha repoblado mas de 5,000 crías al medio natural, como parte del manejo de la especie. Este fin de mes esta llegando el representante de manejo de recursos de la comunidad para vender este producto, y gracias al apoyo del PRMRFFS (Programa Regional de Manejo de Recursos Forestal y de Fauna Silvestre), han apoyado en este proceso facilitando los trámites administrativos. Este enero se piensa realizar el repoblamiento de unos 500 ejemplares (restantes), para lo cual quedas invitado cordialmente, ya te alcanzaremos la fecha exacta para que puedas conocer como se realiza este proceso.

    Aún que el proyecto haya concluido y no se cuente con financiamiento, desde aca seguimos apoyando los que formamos parte de este proyecto, al igual que WWF quien a través de un trabajo de incidencia apoya las inciativas dejadas en la zona.

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