Tierra nueva
Por Miguel DONAYRE PINEDO
[Antes de conocer la noticia del XXI Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana para Ernesto Cardenal]
Saltar de la periferia al centro es una aventura fascinante. Los más conservadores dirían, es un salto al vacío, con rescoldos de envidia, presumo que de la sana. Una aventura loca. De chalados. Pero hay que hacerlo sino te arrepentirás toda la vida. Esta travesía está llena de recodos, pecios, peajes, ínsulas extrañas, mucha adrenalina, amén de los insomnios. No es nada fácil sino que le pregunten a los de la editorial Tierra Nueva. Sabemos que el esfuerzo y el éxito de Jaime Vásquez, viene acompañado de muchas personas que no dan la cara. Trabajan en el anonimato pero gracias a ellos tenemos los libros impresos y muchos planes. En abril se presentaron dos libros de la editorial en Madrid [¿De Madrid al cielo?, como dice el dicho o en todo caso muy cerca] La aventura madrileña de este salto de pértiga es para dejar a propios y extraños, mudos. Sin palabras. Sí, ni siquiera se pasó por Lima y otras parroquias. Se asaltó Madrid de trópico húmedo. Fue en pleno centro, en el Museo Nacional de Antropología [agradecer el trabajo de hormiga y discreción de Juan José Plasencia, diplomático iquiteño de alma y corazón]. Lo interesante es que la editorial se va convirtiendo en una suerte de bisagra de las voces de los dos lados del charco, de amazónicos y los que piensan sobre esta región de los bosques, lo dicen los libros que se publican y por publicarse [la editorial publicó libros de Ernesto Cardenal]. Recuerdo una de sus profecías y promesas de Jaime Vásquez era traer a Percy Vílchez a la villa de Madrid. Al verlo mis ojos no daban crédito, el poeta andante estaba en plena calle de Atocha, al lado de la imprenta de la primera edición príncipe de El Quijote y, cómo no, bebiendo gazpacho en Toledo [ha sido el primer amazónico que no hecho ascos a esta exquisita sopa fría y se deleitaba de la gastronomía peninsular]. Salud a Tierra Nueva.