Una de cada 10 muertes en el mundo es por tabaquismo y de acuerdo a un nuevo estudio la mitad de ellos se ubican en cuatro países principalmente: China, India, Estados Unidos y Rusia. Esto a pesar de que existen campañas a nivel internacional para reducir el consumo de ese producto cancerígeno.
Indonesia, Bangladesh, Filipinas, Japón, Brasil y Alemania, junto con los otros países ya mencionados representan los dos tercios del consumo mundial de tabaco.
Desde hace ya un par de décadas atrás existen políticas severas para el control de tabaco a nivel mundial, la población fumadora ha estado creciendo lo que representa un aumento dramático en los últimos años.
De acuerdo a un informe publicado en la revista médica The Lancet la mortalidad podría seguir creciendo en los próximos años, debido a que las principales tabacaleras intentan abrirse hueco en nuevos mercados, especialmente en los países en desarrollo.
Emanuela Gakidou quien es la autora principal del informe comentó que: “El tabaquismo sigue siendo el segundo factor de riesgo de muerte prematura y minusvalía tras la hipertensión arterial.”
A pesar de que se ha demostrado los efectos nocivos del tabaco sobre la salud, uno de cada cuatro hombres y una de cada veinte mujeres en el 2015 eran fumadores de diario, es decir, cerca de mil millones de personas según lo que se reportó en el informe Global Burden of Diseases elaborado por un consorcio de centenares de científicos, citado por el reporte publicado en Lancet.
“Fumar sigue siendo el segundo mayor factor de riesgo de muerte prematura y discapacidad, y por lo tanto para reducir aún más su impacto debemos intensificar el control del tabaco para reducir aún más la prevalencia del tabaquismo y la carga atribuible”, detalló.
En 1990 existían 870 millones de fumadores y actualmente son más de 930 millones debido al crecimiento demográfico mundial.
Más de 6.4 millones de personas fallecieron a causa de esta adicción en el 2015.
En algunos países se redujeron estas cifras cuando se incrementaron los impuestos sobre los cigarros, se impulsaron campañas educativas, anuncios y programas de ayuda.
La mitad de los fumadores diarios, esto es, 500 millones de personas, podrían morir de forma prematura a no ser que dejen de fumar.