[Autoridades deben de una vez por todas poner solución a este problema].

Los camiones que transportan enormes trozas de madera, o vidrios, o materiales de construcción como fierros, son un riesgo constante. Son un verdadero peligro sobre ruedas.

Según el reglamento estas unidades enormes no deberían transitar por cualquier calle, más aun en horarios donde hay gran cantidad de vehículos de menor tamaño, como autos, mototaxis y motocicletas.

Es normal ver, por ejemplo grandes camiones que reparten cervezas y gaseosas recorriendo cualquier calle del centro de Iquitos a cualquier hora del día y estacionarse en cualquier lugar.

Los ciudadanos que viven en Iquitos han saludado la decisión, basada en una Ordenanza Municipal de la provincia de Maynas, para que los vehículos pesados y de carga no puedan ingresar a la ciudad a cualquier hora ni transitar por cualquiera de las vías. Esa orden necesitábamos los que vivimos y los que están de visita en la capital de la región Loreto, pues no puede ser posible que ante los ojos de todo el mundo estos transportistas hagan los que les viene en ganas.

 

A  través de un comunicado público, valiéndose de los medios de comunicación la municipalidad de Maynas anunció la medida que había adoptado basándose en una Ordenanza Municipal, para ponerle orden al tránsito de maquinarias y vehículos pesados, por lo tanto eso significaba también seguridad para todos, tanto conductores como peatones.

Sin embargo con preocupación, seguimos observando por las calles, incluso por el centro mismo de la ciudad, a estos vehículos. Basta con que uno se pare en una esquina cualquiera para comprobar que lo dispuesto por la autoridad municipal no se está cumpliendo. Volquetes, camiones con materiales de construcción, entre otros circulan libremente hasta en las horas punta.

Según el reglamento estas unidades enormes no deberían transitar por cualquier calle, más aun en horarios donde hay gran cantidad de vehículos de menor tamaño, como autos, mototaxis y motocicletas. Lo extraño de todo esto es que los policías no los intervienen, dando la sensación de que no hay un trabajo coordinado o no se ha puesto en marcha la mencionada medida.

Es normal ver, por ejemplo grandes camiones que reparten cervezas y gaseosas recorriendo cualquier calle del centro de Iquitos a cualquier hora del día y estacionarse en cualquier lugar. Lo mismo que grandes camiones conteniendo decenas de javas de pollos, dejando a su paso un olor insoportable ocasionando malestar en los conductores y vecinos en general.

Así mismo, maquinarias pesadas hacen lo mismo. Son un verdadero peligro en su paso por calles muy transitables y en horarios punta. Un ejemplo de lo que decimos es lo que ocurrió hace poco a la salida del gobierno regional, cuando un tractor remolcaba a otro en una plataforma, que terminó volteándose y casi termina en tragedia, cuando un motociclista junto a su esposa y menor hijo, tuvo que lanzarse a la vereda por temor a ser aplastados por esta mole de fierro.

Los camiones que transportan enormes trozas de madera, o vidrios, o materiales de construcción como fierros, son un riesgo constante. Son un verdadero peligro sobre ruedas. De solo ver la forma como esos enormes troncos van sujetados por cadenas templadas y no suficientemente gruesas como para inspirar confianza en los conductores y pasajeros que tienen la mala suerte de encontrarse en su camino con un “monstruo” de estos. Solo nos lleva a preguntarnos. Hasta cuándo se verá esto en nuestras calles. De pronto, Dios no lo quiera, cuando ocurra una desgracia recién querrán actuar las autoridades respectivas.

EL ESTADO DE NUESTRAS PISTAS AGRAVAN EL PROBLEMA

Desde hace dos años aproximadamente, tras realizarse la cuestionable y con una serie de desperfectos obra del alcantarillado de Iquitos por parte de la empresa china, nuestras calles y concretamente nuestras pistas se han convertido en trampas ocultas que, cada vez más seguido, nos sorprende con un forado. Son varios los vehículos, sobre todo los pesados que han sido “tragados” por esos huecos traicioneros.

Esa pésima herencia es una pesadilla para los conductores, pues la mala obra y las lluvias constantes han ido minando y drenando por las entrañas de nuestras vías, dejando debilitada la superficie, por lo que la fina capa de cemento o asfalto que queda seden ante el pase y peso de los camiones y volquetes de gran tonelaje.

En estos días se espera que la autoridad municipal pueda manifestarse al respecto e informarnos que acciones ha implementado y cuales están por ejecutarse. Los ciudadanos merecemos vivir en un lugar limpio, ordenado y seguro. Lamentablemente, hasta ahora se siente una debilidad en el tema concreto del tránsito de vehículos pesados. Los otros pueden ser tema de otro análisis.