Cuando se tiene el poder y se abusa de su uso, rápidamente, la gente que está a tu alrededor se da cuenta. Y eso le da repelús. Huele como el parinari, Parinarium pachyphyllum Rusby. El poder hay que instrumentalizarlo para lograr el bien común sino este decepciona y se crea un gran malestar colectivo. Pero, desgraciadamente, pocos entienden de su uso – aquí en España el gobierno conservador habla de los intereses generales que por lo general son amigos o los relacionados con este partido – las autopistas privadas en quiebra las asume el Estado, así como si nada y son liberales. Los que tienen el poder en las manos se exceden, por eso debe existir siempre un contrapeso y mejor si es desde la sociedad civil. Y el poder con el patrocinio de unas personas con precedentes autoritarios es para decir, apaga y vámonos. Esto es lo que ha ocurrido con los disparos de las varas emponzoñadas contra el Ministro de Educación del Presidente Kuczynski, en Perú ante una interpelación, primero, y la moción de censura después. La mala leche de los integrantes del partido de Fuerza Popular (FP) algunos cronistas parlamentarios les llaman los de Fuerza Bruta (FB), se veía venir con los nombramientos de poco consenso en la elección de personas en instituciones clave de la democracia como es el defensor del Pueblo o de los miembros del Banco Central de Reserva de Perú (BCR). Los candidatos tenían, al menos, un dudoso currículum de cara a la sociedad. Es el caso del defensor del pueblo muy escorado o con empatía de un grupo político o de los integrantes de BCR con clara simpatía a los de FP o FB. Los argumentos utilizados por los de FP o FB contra el Ministro de Educación era el hazmerreir de la gente, uno peor que el otro, realmente eran patéticos y paletos; pertenecer o simpatizar con ese partido es para andar ruborizado y decir tierra trágame. Como se dice quedaron retratados ante la ola toxica de insultos y difamaciones contra el Ministro de Educación. Y este brote autoritario quedó más en evidencia y rubricado con el intercambio de mensajes en Telegram por el grupo de chat llamado Mototaxi – vaya metáfora. Así no. Están equivocados.
P.D. Desde mi punto de vista, lo peor sería cerrar el Congreso – o Kongreso como dicen los jóvenes manifestantes para mostrar su descontento con esa mayoría parlamentaria, es hacerle el juego sucio a aquellos que no creen en la democracia.
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