Estos días estivales el cuerpo me pide la lectura de ensayos, recuerdo que cuando estaba en el ingresado en el hospital la cabeza me pedía novelas, que la inundara la imaginación, me espoleaba para vivir dada la gravedad en la que estaba. Me parece que los ensayos caminan entre una rápida fotografía de la realidad con aliños de subjetividad. Dicen que el mejor en este campo era Montainge, fue magistrado en Burdeos y desde su escritorio fue recreando el mundo que vivía con sus observaciones. Muchas agudas, nos habla libremente sobre la finitud de la existencia, muchos piensan que son inmortales. Hay algunos escritores que dicen que no van a la cama si antes no han leído unos párrafos de Michel de Montaigne el autor de los Ensayos. Montaigne es persuasivo en su argumentario. Así entre esos ensayos me tropecé con uno sugerente “La sociedad de la externalización” del profesor alemán Stephan Lessenich, sostiene que en esta etapa del capitalismo financiero está muy claro que el norte económico apuesta por la expoliación de los recursos naturales del sur, y a la vez, se blindan ante la posible inmigración de los países pobres. El bienestar del norte es consecuencia de la pobreza del sur, en clave de axioma. La condición de imperio de estos países hace que la ciudadanía mire con indiferencia lo que ocurre en el hemisferio meridional – la ropa que se vende en estos charcos es consecuencia de las condiciones laborales paupérrimas en los países de la deslocalización con sueldos miserables y condiciones laborales de miedo. En el caso de la Amazonía peruana y continental fue el caucho que benefició al norte económico y testaferros descepando bosques y asesinando indígenas, esa misma lógica es la que sigue vigente frente a otros recursos naturales. El petróleo que se extrae de la Amazonía hace unos días tiene como un serio pasivo con la muerte de personas. Entre las consignas del norte económico es salmodiar el libre tráfico de mercancías como la expresión del libre mercado, sin embargo calla con el de la movilidad de las personas por una vida mejor hacia el hemisferio norte. De alguna manera el texto de “La sociedad de la externalización” busca remover la pasividad de este lado de la ciudadanía satisfecha del bienestar construido en base a las desventuras de las tierras del sur.
