La política española se vuelve trágico- cómica cuando los periodistas dan paso a que los deportistas opinen de política sin medir sus resultados. Bueno fuera con la intención, de los periodistas, de entender este galimatías o guirigay (donde todos vociferan y nadie dialoga) que a veces se vuelve España, si no con el insano propósito cainita de formar bandos. Es una irresponsabilidad de los medios de comunicación. Pareciera que su labor es atosigar el debate. Un deportista opina sobre política (puede ser Piqué, Guardiola o cualquier otro) inmediatamente se atrincheran en dos bloques. Si eres del Barcelona eres guay (súper bacán en español peninsular) y te puedes permitir todo (recuerdo la fotografía del diario El País de un bombardeo en la franja de Gaza y vaya coincidencia, quien fotografió la casa destruida captó la imagen de un chiquillo con la camiseta del Barcelona. Un poco de seriedad, por favor). Es más, hay plumillas al servicio de los jugadores, digo de Piqué, para avalar esas tonterías, el diario El País es uno de ellos. La definición y delimitación de lo correcto lo tiene este diario y sus periodistas. El pobre (en ideas) defensa del Barcelona – que tiene un parentesco muy cercano con Santiago Bernabeu, uno de los dirigentes míticos del Real Madrid-  opina de política y me parece bien. Pero también debe asumir las consecuencias de sus palabras y la desmesura de estas, como dice el refrán quien ajos pica, ajos come. Le ponen un micro y habla de todo sin límites (los periodistas ayayeros a ese gesto le llaman sinceridad). Hablar como habla él tiene sus secuelas. La gente la única manera de expresarse sobre la disconformidad de sus palabras es en una cancha de fútbol y lo hace pintando al jugador, y a muchos de esos periodistas (cuando las cosas se le van de la mano) les parece incorrecto la manifestación de la gente ¿el opinar como opina este jugador es un gesto de sinceridad?, ¿Cuándo la gente le pita no es acaso un mohín de sinceridad? Desgraciadamente, en este debate sobre el nacionalismo periférico miran el tráfico de las ideas que van en una sola dirección aun sabiendo que es una pista de doble avenida y bifurcaciones ¿qué pasaría si un jugador del Real Madrid o de cualquier otro club manifestara como hace Piqué su adherencia a un partido de derechas?, ¿sería tratado con el mismo mimo que hacen ciertos medios de comunicación ñoños que van de ponderados y políticamente correctos? Para unos piden comprensión pero para los otros pan y agua. Martha Nussbaum filósofa norteamericana menciona que todas sociedades están llenas de emociones, en este lado de la península ibérica las emociones, desgraciadamente, se intoxican hasta abotagar.

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