Ricardo Bazo Medina
Estimados Contrapicadores:

La trilogía Eastrail # 177 surgió en el año 2000 por una propuesta muy ingeniosa del director M.Night Shyamalan, que la inició con El Protegido/Unbreakable (2000), continuó con Fragmentado/Split (2016) y la acaba de culminar con el estreno de Glass/Cristal (2019).La propuesta es muy interesante por varias cosas: Shyamalan escribe los guiones de los tres filmes, los argumentos son totalmente opuestos al mundo de superhéroes tan DC, tan Marvel, lo que es saludable y crea un mundo paralelo de héroes totalmente atípicos; además de que la presencia de David Dunn/Bruce Willis en los tres filmes le dan una conexión muy singular al conjunto.El nombre de la saga se debe al ficticio tren que se descarrila en el filme El Protegido.

A lo largo de 129 minutos la película es un auténtico crossover de los dos largometrajes previos que componen la trilogía pero en un in crescendo permanente, muy bien narrado, con gran manejo de cámara y momentos cumbres; con momentos excepcionales -el inicio es de antología, con harto suspenso y mucho nervio de cámara bien manejado por el cineasta indio-americano al mejor estilo del maestro Hitchcock, impactante-.

De por sí Glass es un muy buen trabajo que nos trae de nuevo al genial narrador de The Sixth Sense, con giros sorpresivos que mantienen enganchado al espectador, respaldado por tres actores notables que están muy identificados con sus roles, Al juntar a los personajes y darle a cada uno un lugar específico en el guión, el cineasta se luce en los diálogos que a modo de rompecabezas va generando en el espectador la sensación de que algo grande se avecina -basta ver el enorme diálogo de a cuatro entre Glass (espléndido Samuel L.Jackson), La Bestia (James McAvoy, que luce impresionante en su rol multipersonas) y The Overseer/ David Dunn (Bruce Willis con una aplomada presencia) quienes interactúan con la doctora Ellie Staple(Sarah Paulson, muy precisa en su rol, hace recordar al propio Willis cuando hizo de psiquiatra en El Sexto Sentido) para darnos cuentas del nivel de filme que he espectado ayer-.A propósito, no puedo dejar de mencionar el rol crucial de la joven Anya Taylor-Joy como la chica que en Split se vinculó emocionalmente con su secuestrador -típico síndrome de Estocolmo- y que ahora reaparece en una suerte de lírico romance casi masoquista.

Por otro lado debo destacar la propuesta visual, impecable en todos los sentidos, los contrastes de luz, el juego cromático visual notable; todo envuelto en una espectacular fotografía casi al natural a cargo de Mike Gioulakis, con quien ya viene trabajando desde Split.

Solo un detalle:los giros son tales que el final es….mejor se los dejo a ustedes, queridos Contrapicadores, no voy a hacer spoiler del filme; basta con lo que les he mencionado líneas arriba.

PUNTAJE:8.

NOTA: para los que nunca han visto los dos filmes del maestro M. Night Shyamalan -El Protegido y Fragmentado- les sugiero verlos para que tengan una buena base y así comprender la primera hora de éste nuevo filme pues el director arranca de frente con los hechos in situ y no da explicaciones previas o -tipo televisión- te va a decir: «en el último capítulo…»; eso jamás lo va a hacer.

Corten!!