El 15 de agosto del 2007, a las 6:40 p.m., en Pisco (Ica) se registró uno de los terremotos más destructivos de la historia del Perú. Según el Instituto Nacional de Defensa Civil, este sismo causó daños en Ica, Lima, Ayacucho, Huancavelica y Junín.

El terremoto dejó más de 434 mil damnificados, la mayoría en Ica; 221 mil personas se vieron afectadas, 52 mil viviendas se derrumbaron y 596 personas fallecieron producto del derrumbe de los edificios.

Varios tramos de la Panamericana Sur fueron destruidos por el movimiento, el cual provocó también la caída de un puente y el colapso de los servicios de agua, luz, teléfono e internet en varias zonas del país. Asimismo, la torre y buena parte del techo de la iglesia de Luren se vio afectada.

El terremoto de magnitud 8 en la escala conocida como magnitud de momento (Mw) originó también un fuerte maretazo en la costa sur. Además, varios pabellones del cementerio de Pisco se derrumbaron.

El sismo tuvo una duración de 120 segundos en el punto de ruptura. Los estudios precisaron también que el terremoto de Pisco tuvo en total 41 réplicas desde su primer movimiento hasta el 5 de setiembre.