Peruvian airlines

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31 de octubre. Caos. Guirigay. Batahola. Chongo. Zipizape. Kenyi X. Haga la cola, por favor. Trifulca. Surrealista. Cusco. Los guachimanes te miran con caras de pocos amigos y groseros. Barrio de broncas. Cabreos de campeonato. Nadie sabe nada, se hacen los locos. Estamos en el limbo informativo, el cojudeo, el tonteo. El turismo cada día crece más, según fuentes periodísticas que de cara a la realidad se desploman. Puta, me ha faltado dormir y encima esto, cancelan el vuelo. Conchesumare. Filho da puta. Canallas. Cojones. Fuck you. Nadie entiende nada. Los trabajadores del mostrador con rostros de circunstancias. Cara de Póquer. Otros turistas no entienden lo que pasa. Es un galimatías. No saben que decir cuando se pregunta algo en el mostrador de la compañía. Te dan largas. Mierda. Viva el Perú. La larga cola ha desaparecido, se ha difuminado. Son corrillos alrededor del personal de la empresa aérea y cada uno grita más fuerte. Me muerdo los dientes, es mi país de siempre digo como consuelo. De encontronazos. De la impuntualidad de siempre. Se supone que debería estar vacunado pero me indigno, me fastidio. Hay que untarse el cuerpo y alma de tolerancia. Me jode este maltrato. Se trata de lidiar con esa burocracia de marras y para mi sorpresa lo maneja mejor que yo, con amabilidad agradece a Kenyi quien es el muchacho que trabaja en el mostrador, tiene ese plus emocional que carezco. Sigo inundado y envenenado en mi rebeldía impotente. Puteo, maldigo. El desarrollo económico no solo es crecer, es pensar de manera diferente aquí se piensa con los pies o los esfínteres, no puede ser me reprocho. Pesimista retorcido. Intelectual de mierda siempre buscas las cosquillas. Aguafiestas morrocotudo, lárgate, aquí vivimos felices huevonazo. Que putada. Un actor que sale en un vídeo promocionando Loreto nos mira por el hombro, su nariz ganchuda se crece en la adversidad (que se jodan, parece decir), él se salva porque tiene una agencia- enchufe que le reserva el asiento y el vuelo pero los que no debemos valernos casi solos y sin ayuda. Es una indefensión completa. No sabes dónde reclamar. Dos horas después y en otra compañía aérea llegas al Cusco. Es el país de las oportunidades es la coletilla del eslogan de uno de los anuncios del aeropuerto.

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