Ahora se dirá que Perú jugó un súper partido, que fueron los mejores en la cancha y por eso se llevó la victoria, que este equipo demostró que con coraje se pueden sacar buenos resultado. Para mí, jugar bien no es significado de ganar, pero en lo particular, siempre espero una buena idea de juego del equipo a quien apoyo, lamentablemente, el sábado esta selección me demostró lo mismo que ante Brasil. Pero lo que me dejó contento fue que nos mostramos un poco más sólidos en defensa, algo que con Brasil, evidentemente, no tuvimos. Y con esto no quiero decir que Perú es una de las mejores selecciones defensivas, para nada, todo lo contrario, aún no me dan esa seguridad. Pero a mi parecer, nuestra selección tuvo a favor un factor muy importante: la suerte. Déjenme decir que esos tres goles anulados por el VAR, dos de ellos con fueras de juego milimétricos, fueron los que nos salvaron de perder antes de los penales.

Y me mantengo firme en mi posición: Perú está jugando pésimo. Y ahora me respaldo en estadísticas y no opiniones. Tuvimos 3 tiros, pero ninguno a puerta. Ninguna ocasión clara y ningún contraataque. De 416 pases, solo completamos 313, esto quiere decir que 103 pases fueron a los pies del rival. Y todo esto refleja lo que más crítico a nuestros seleccionados, no tiran a puerta, ni pueden dar más de cinco pases seguidos.

Como dije anteriormente, mejoramos en defensa. Creo que todos pudieron notar a un Trauco que no daba un balón por perdido y a un Zambrano más sólido, pero igual teniendo alguna dificultad en marcar a los tremendos delanteros que tienen los “charrúas”. Pero tenemos que ser críticos, en los tres goles que anuló el VAR, se nota algunas falencias que seguimos sufriendo. En el primer gol anulado, Tapia no puede despejar de esa manera tan pasiva, menos cuando te están atacando. En el segundo y tercero, un defensa no se puede dar el lujo de darla la más mínima ventaja a Cavani y a Suárez. Pero, tuvimos a ese justiciero, llamado VAR, de nuestro lado, que nos permitió llegar a los penales.

Por otro lado, jugó André Carrillo, el jugador más pedido de esta Copa y espero que después de este partido, Gareca lo vuelva a dejar en la banca. Cierto es que cuando Carrillo tiene el balón en los pies, emociona a todos, con su gambeta y regate. Pero de qué sirve hacer una bicicleta si no vas a dejar al rival atrás, dar un buen pase o incluso un buen centro. Nuevamente, datos y no opiniones. “La culebra” tuvo la intención de centrar en dos oportunidades, pero ningún centro llegó a su destino. Tuvo 13 duelos cara a cara, los cuales solo ganó 4. Lo que puedo rescatar de André, es que quiso regatear tres veces y concluyó dos. No voy a negar, quería y pensaba que Carrillo sería vital, pero con esas estadísticas, espero que “El tigre” lo castigue de nuevo.

Y sé que me estoy caracterizando por ver lo malo en todo, pero si veo cosas que están mal, tengo que recalcarlas. Pero, yo también veo los partidos de nuestra selección como todo peruano, queriendo ganar, pero no solo tengo que ver el partido como hincha, también como periodista. Me alegraría ver a Perú en la final y viéndolo campeonar, pero también quiero que muestre otra actitud en la cancha, un mejor juego, aunque sea un tiro al arco, es lo único que pido.

En conclusión, aún quiero más de este equipo y espero con ansias verlo en la final y dando el mejor espectáculo.