¿Es una pesadilla?
Por Miguel Donayre Pinedo
Las ceremonias de las víctimas del terrorismo tienen dos caras. Cuando la derecha está en el poder o cuando esta está en la oposición. Aquí estuvieron en la oposición cuando se celebró el 11 M, del atentado de Madrid. El día del recuerdo a las víctimas se politizó a decibelios intolerables, amén del guirigay patriotero que arengaban. Es la hipocresía de esta gente que destila odio, rencor. Es el mentir por el mentir. Uno de esos tóxicos periodistas ha sido investido Doctor Honoris Causa por una universidad privada en Perú, simplemente provoca náuseas, pero así somos los peruanos. A raíz del 11S en los Estados Unidos de América ha pasado algo similar. Se ha politizado todo y se destila el rencor religioso. El país que suscribe constitucionalmente la tolerancia ha tirado por la borda esos valores de la democracia. Bien lo dijo el presidente Obama. No es lo mismo ser musulmán que terrorista, pero poco importa esta reflexión a esos jinetes del odio, de la guerra. Este sector está en guerra consigo mismo y con los demás.