Como Juan Palomo
Por Miguel Donayre Pinedo
“Como Juan Palomo, yo me lo guiso yo me lo como”, parece ser el lema de los Premios Príncipe de Asturias para el Deporte y todos, hala, a barrer para casa. Este año le han dado a la selección española que ha conquistado un solo título de campeón mundial de fútbol. Es el único mérito ecuménico. Que horteras y miopes son quienes le han otorgado, casi todos periodistas vinculados al deporte del fútbol. Hay que subirse al carro de las celebridades, no podían ser menos. Y han dejado en la cuneta a candidatas como una montañista que ha perdido los dedos en este deporte y una célebre atleta que ha roto récords en las competencias donde ha participado. Que miserables. Se premia a la fugacidad, al triunfo líquido- como diría Zygmunt Bauman, se tira por la borda a la constancia, a la dedicación, a la abnegación. Nadie pone en cuestión lo ganado por la selección española de fútbol, pero de ahí a darle un premio como el Príncipe de Asturias, hay una gran distancia. Así ese premio se desvaloriza si ya no lo está. Que cortos de ideas y de miras quienes han concedido ese premio, demuestra el cortoplacismo de un país.