Archipiélago de Sierpes
Por Miguel Donayre Pinedo
Acabo de leer los resultados de las elecciones en Loreto. No daba crédito, hay que decirlo, tampoco los candidatos eran de los más potables. Eran pigmeos mentales frente a los retos de la ciudad y región. Pero la rabia me embargaba. Es una putada. Han ganado los candidatos más planos, los sin ideas, los improvisados. Los nuevos- viejos políticos de los chanchullos (dicen que ciertos contratistas brindaban por los triunfos de ese poder patrimonial). Los que ofrecen cerdos, besos y calaminas para las casas están de fiesta. Qué horror. Luego en un diario limeño veo el vídeo del candidato ganador en Iquitos, me dio vergüenza ajena como dicen por aquí. Me dio ganas de esconderme y suspender en mi partida de nacimiento el lugar de origen. Comentan que estaba pasado de copas ¿Eso se espera de esta autoridad? ¿Qué ha pasado? Me pregunté. Ha sido el triunfo de los sin ideas, de los que ven el puesto público como botín a sus ambiciones personales, hablo en el ámbito municipal, regional y por qué no de ámbitos geográficos más anchos. En Lima han premiado a un candidato corrupto que huyó a los Estados Unidos y volvió, y las urnas lo premian como aquí en España, el corrupto se refugia en el voto, en el populismo barato. Berlusconi se reafirma en el poder y no hay quien le pare los pies. ¿Qué podemos hacer ante estos casos? Nos conviene indignarnos. La ciudad, la región, el país, otros lugares del mundo no merecen autoridades como éstas.