La democracia inconclusa
Por Miguel Donayre Pinedo
La democracia se construye todos los días. No hay que bajar la guardia, sí lo haces los fantasmas autoritarios asolan como gallinazos alrededor del sistema político. Salen brotes autoritarios y eso hay que frenarlos. Cada día la democracia debería abrir canales de participación del soberano, del pueblo, de la ciudadanía. Debe haber armonía entre los poderes, el famoso check and balances de la democracia norteamericana. Este estado de idilio se rompe cuando en democracia afloran casos de corrupción dentro de esos poderes o cuando deja cuentas por saldar. La democracia española atraviesa una prueba de fuego en estos dos campos. En la corrupción del partido conservador – con posible financiamiento de sus cuenta con dinero mal habido, y con la memoria de la víctimas del franquismo. En estos años de democracia se ha hecho muy poco con este campo de la ciudadanía, todavía siguen las tumbas sin nombres y en fosas comunes. Eso hay que repararlo sino no se saldrá de ese atolladero. La democracia debe exorcizar esos demonios.