El Papa en Brasil:
“No traigo oro ni plata, sino algo más valioso, a Cristo”
Francisco se alojará en la residencia religiosa de Sumaré, de Río de Janeiro, y hoy martes 23, lo dedicará a descansar.
El papa Francisco llegó a Río de Janeiro para presidir la Jornada Mundial de la Juventud y en su primer acto con las autoridades brasileñas dijo que no trae «ni oro ni plata, sino lo más valioso, Jesucristo», a la vez que afirmó que la juventud es «el ventanal por donde entra el futuro en el mundo».
«No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso: Jesucristo. Vengo en su nombre para alimentar la llama de amor fraterno que arde en todo corazón y deseo que llegue a todos y a cada uno mi saludo. La paz de Cristo esté con vosotros», afirmó Francisco en la ceremonia de bienvenida ante la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en el palacio de Guanabara.
El Pontífice agregó que su visita a Brasil va más allá de las fronteras, ya que se debe a la celebración en Río de Janeiro de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud y a su deseo de encontrarse con los jóvenes de todo el mundo.
Esos jóvenes «hablan idiomas diferentes, pertenecen a culturas diferentes y sin embargo encuentran en Cristo las respuestas a sus más altas y comunes aspiraciones y pueden saciar el hambre de una verdad clara y de un genuino amor que los une por encima de cualquier diferencia».
«La juventud es el ventanal por el que entra el futuro en el mundo y por tanto nos impone grandes retos. Nuestra generación se mostrará a la altura de la promesa que hay en cada joven cuando sepa ofrecerle espacio, tutelar las condiciones materiales y espirituales para su pleno desarrollo, darle una base sólida sobre la que pueda construir su vida», subrayó.
Francisco resaltó en su discurso que la providencia ha querido que su primer viaje internacional sea a América Latina, de donde viajó a Roma para el cónclave en el que salió elegido papa el pasado 13 de marzo y destacó que además sea a Brasil, el país con el mayor número de católicos en el mundo, casi 165 millones.
Agradecido por la acogida, el papa argentino señaló: «He aprendido que para tener acceso al pueblo brasileño hay que entrar por el portal de su inmenso corazón, permítanme pues que llame suavemente a esa puerta. Pido permiso para entrar y pasar esta semana con ustedes».
La visita papal al Brasil tiene como finalidad frenar la ola de crecimiento de las diversas iglesias protestantes que existen en ese país. Dicho crecimiento es enormemente vertiginoso, por ejemplo una marcha de evangélicos realizada en la ciudad de Manaus hace poco congregó a más de medi0 millón de participantes en una ciudad de dos millones de habitantes.
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