Nieve
Por Miguel DONAYRE PINEDO
Una de las tensiones que mastica Orham Pamuk es la relación entre Occidente y esa parte del mundo. Relación no siempre fácil ante la soberbia e impositiva mirada de los occidentales hacia otras culturas [cuando se menciona Occidente lleva su gran peso Europa principalmente]. Esa tensión está en su novela Nieve. Un poeta exiliado en Alemania regresa a Turquía para reencontrarse con su país y de paso averiguar sobre el suicidio de mujeres musulmanas. El escenario geográfico de la novela no es Estambul sino Kars y la nieve casi perpetua que cae. Es un pueblo dela Turquía profunda donde se hace conocido por los suicidios de estas mujeres ante la imposición de hacerles quitar el pañuelo que esconde sus cabellos. El poeta exiliado Ka [tienes remembranzas al personaje de Kafka y su laberinto], su misión es entender y escribir una crónica de lo que se sucede con esas decisiones. Pero ese hecho es la punta del iceberg. Hay mucho mar de fondo. Disputas entre autoritarios laicistas e integristas musulmanes. El reportero poeta trata de mediar entre posiciones inamovibles pero no lo consigue. Al final [se deja caer que puede ser los celos, especulación] es acusado de espía y es muerto en Frankfurt y no se devela a los asesinos. Es un laberinto asfixiante de situaciones y de intolerancia mutua en la que el personaje trata de sobrevivir consiguiéndolo a medias y sin contentar a nadie. Sale de Kars y se encuentra con un disparo que le causa la muerte en Alemania. Como lector uno termina con la conciencia escocida.