Si bien por estas fechas es usual que incrementen las compras por fin de año, para los cristianos lo más importante no son las compras sino el reconocer que este niño que nace es hijo de Dios y, que por lo tanto, no es las autoridades de turno. 

“Sean sensibles a las miles de familias que están pasando necesidad. Que podamos celebrar estas fiestas con precaución, tranquilidad y cumpliendo los requisitos según nos mandan las autoridades de salud”, fue el mensaje del obispo del vicariato apostólico de Iquitos, Revdo. P. Miguel Ángel Cadenas Cardo. 

La autoridad eclesiástica, señaló que esto implica vivir de una manera contracultural y nos invita a una vida plena que no dependa de los regalos y a la austeridad en tiempos donde muchas personas atraviesan necesidades. 

“Hay problemas estructurales del porqué se ha muerto la gente, pero estos nos deben ayudar a enfocar al próximo año y solucionarlos como la inversión en salud, acceso a servicios básicos, hacinamiento en varios pueblos entre otros”, respondió con relación a las víctimas que dejó la pandemia.

Reflexionó sobre el Belén y el Nacimiento del niño Jesús quien nació en la periferia, y es allí donde debemos buscarlo.