¿Hay una memoria “de los salvados” en el Putumayo? Tenemos que decir que no, lamentablemente. Otros han hablado por aquellos que han sufrido la barbarie en las estancias caucheras del Putumayo, al menos en Perú, más en concreto en la Amazonía norte. Ha sido ese testimonio diferido, en los Informes de Roger Casement o del juez Carlos A. Valcárcel, están ellos, sí, casi de perfil, y a media voz. Todavía la memoria del caucho adolece, de una parte, de ese amasijo de memorias que nos falta escuchar y leer. Se debería pergeñar un mosaico plural para mostrarnos ese período todavía esquivo. Parto del barrunto que sí se logra reconstruir esas memorias muchas cosas quedarían mejor aclaradas; falta todavía esclarecer el impacto del caucho en la propia selva baja, la selva alta, la selva central o en Madre de Dios y en otras partes de la Amazonía. En ese sentido, hay avances en trabajos tímidos, por el ejemplo, en Nauta y otros sitios que intentan rescatar la voz de los ausentes. Es menester de aplaudir ese esfuerzo o esfuerzos aunque parecen un archipiélago de buenas intenciones todavía. Desgraciadamente, los que hacían los trabajos etnográficos en los años después del boom cauchero prestaron poca atención y tenían otros objetivos e intereses. Había improvisación en aquellos que visitaban los archivos, con precaria infraestructura y la displicencia de propios y extraños con el tema ¿Cómo es posible que aquellos que visitaron los archivos no hayan encontrado los expedientes judiciales del Putumayo? Pude verlos antes que se calcinaran del incendio que convirtió en cenizas los archivos de la Corte Superior de Isla Grande. Con todo este déficit advertir que con los trabajos de la memoria que van padres a hijos y de todo el entorno familiar, la familia extendida incluida, hubiera que tener mucho celo. La que mejor engaña a nuestros recuerdos es la propia memoria, indican casi todos los entendidos, pero parece que esa sugerencia a tener en cuenta, en la floresta, se hace caso omiso. Para ello hay que tener unos buenos trebejos de por medio y gran sensibilidad.
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