ESCRIBE: Tato Barcia
Debo empezar recordando que nuestra región ya atravesaba por una grave recesión económica que proviene de las pésimas decisiones que adoptó el anterior gobernador Fernando Meléndez Celis, desde el año 2015, que afectó seriamente los 4 principales sectores de la economía de Loreto (Hidrocarburos, Forestal, Turismo y Construcción). Que golpeó fuertemente a las empresas del sector privado y tuvo como efecto que nuestra región presentase las mayores tasas de desempleo y Sub-Empleo a nivel nacional. Echemos una mirada a los indicadores del empleo. Las últimas cifras para la región Loreto, muestran que tenemos la más alta tasa de desempleo a nivel nacional (34.9%); pero si la vemos por rangos de edad, la tasa crece a 42.1%, en el rango de 18 a 25 años de edad. Por lo tanto, el aparato productivo no está empleando a la gente joven. Peor aún, solo el 9.7% de la PEA en Loreto tiene empleo estable. Y el 55.4% de la PEA está sub-empleada. Y la mayoría de los jóvenes se emplea en el sector informal.
El “Congreso Fujimorista”, aprobó por mayoría e insistencia en noviembre último la Ley N° 30879; a propuesta del congresista loretano Juan Carlos Del Águila Cárdenas, a la medida de lo que proponía el Premier Cesar Villanueva, que eliminó dos beneficios tributarios de un solo golpe (Reintegro tributario y Exoneración del IGV a las importaciones), sin que existiera un estudio técnico que respaldase esta medida y mucho menos tomaron en cuenta con un plan de contingencia para mitigar su efecto en la población en el corto plazo.
Esto agudizó la “RECESIÓN ECONÓMICA REGIONAL”; y que originó que los altos precios de los alimentos en el mercado local han hecho que estos productos estén prácticamente prohibidos. Y es que las cosas desde el 1ro de enero se han puesto horribles. La gente de los sectores socio-económicos D y E NO sabe cómo logra sobrevivir y llegar a fin de mes. La situación que vive actualmente Loreto es la peor de los últimos 70 años. Por eso me parece patético que el congresista aquí presente intente mentir sin el menor escrúpulo al afirmar, que con solo 200 millones de soles que les darán al sector publico van a dinamizar nuestra economía. Cuando es bien sabido que si se revisa la ejecución presupuestal del GOREL se podrá fácilmente detectar no solo la ineficiencia en la ejecución del gasto, sino también en su calidad. Ya que es bien conocido que uno de nuestros principales problemas es la calidad del gasto público. Uno de los grandes retos del nuevo gobierno regional es mejorar la gestión pública, es decir, la capacidad de usar de manera adecuada los recursos que recibe del gobierno central. Sin embargo, ello no será suficiente. La llave de salida está por el crecimiento de la inversión privada.
Pero aun así, no lo es todo. “PORQUE LA INVERSIÓN PÚBLICA NO GENERARÁ PUESTOS DE TRABAJO ESTABLE”, pues lo que nos hace “empleables” es nuestra productividad, es decir, hacer más con la misma cantidad de recursos. De lo contrario, LA INVERSIÓN PÚBLICA puede aumentar, pero el empleo no lo hará, al menos en la misma proporción. En consecuencia, requerimos la siguiente ecuación: calidad de crecimiento más aumento de la productividad = más empleo adecuado. Y eso solo lo puede dar el sector privado. Y esto se debe en gran medida a que los inversores privados “NO” miran con buenos ojos a Loreto. Debido al aislamiento geográfico por la falta de infraestructura básica de conectividad y los recientes retiros de las exoneraciones tributarias, hacen que la inversión privada se aleje. Y este último siempre va a ser un sector productivo más eficiente que su equivalente de la inversión pública. Aunque algunos dirían que en momentos como los actuales, cualquier inversión es bienvenida. Los últimos están de acuerdo que la inversión privada es mejor pero que un poco de inversión pública es bueno o, por lo menos, no es malo. A mí me parece que el Congresista Del Aguila no entiende el proceso empresarial, o se ha olvidado. No se da cuenta de lo difícil que es montar un negocio y hacerlo crecer, de lo difícil que es hacerlo bien.
El alza de precios «NO» necesariamente debe ser del 18%. PUEDE SER MAS; COMO BIEN PUEDE SER MENOR. Eso dependerá de que tanto se trasladaba el RT al consumidor final. Así mismo dependerá de la estructura de costos de cada sector y empresa en particular. Yo no creo que exista «ESPECULACIÓN». Como dicen bastantes «opinólogos» que no dejan que el mercado se regule solo. YA SEA PARA ARRIBA O PARA ABAJO. Dejemos tranquilo a los comerciantes y consumidores, existen varias Instituciones como el INDECOPI que está vigilando el mercado. En mi condición de presidente de la CCITL hago un llamado a la sociedad civil, a no promover una opinión negativa del empresariado loretano, pues quienes nos atrevimos a hacer empresa en esta parte del país, pese a las limitaciones que ya todos conocemos, generamos miles de puestos de trabajo y somos quienes dinamizamos la economía de nuestra región.
Ello sin tomar en cuenta que los comerciantes de Loreto ¡NO PUEDAN APLICAR EL CRÉDITO FISCAL! El que sí puede aplicarse en las 24 regiones restantes del país, es uno de los aspectos menos debatidos y que mayor incidencia tiene en el alza de precios, porque esta «brillante ley» No lo contempla. (El crédito fiscal es el monto que una empresa ha pagado en concepto de impuestos al adquirir un producto o insumo y que puede deducirlo ante el Estado al momento de realizar una reventa. En otras palabras, puede afirmarse que el crédito fiscal es un monto en dinero a favor del contribuyente y que se utiliza en todo el Perú menos en Loreto. eso hace que los comerciantes tengan que cargar ese IGV directamente al costo y de ahí recién viene el resto de la estructura de costos adicionales, tales como Flete, Seguro, Almacenaje, Costos Administrativos, Reparto de mercaderías, etc, etc).
Es difícil que podamos proyectar que ocurrirá en el futuro, pero todos los indicadores apuntan a una elevación en el precio de los principales productos afectados por la eliminación de estos dos beneficios tributarios en el corto plazo (2 meses), mientras tanto estaremos supeditados al alza y baja de precios de determinados productos de un día para otro. Hasta que nuestro mercado encuentre su propio equilibrio. Según el INEI, Iquitos registra la inflación mensual en el mes de enero 2019 más alta a nivel nacional con un 0.81% de elevación de los productos y que, como han dicho varios economistas serios, convierte a nuestra ciudad en la más caras del país y dentro de poco de Latinoamérica. La inflación es el aumento del nivel de precios existentes en el mercado durante un período de tiempo, en este caso el «INEI» presenta lo correspondiente al mes de enero.
Esto significa que el nivel general de precios aumentó fuertemente durante el último mes y por lo tanto con «X» cantidad de soles adquirimos menos bienes y servicios que el mes de diciembre último pasado, con el agravante que la inflación que presenta nuestra región será «generalizado» (entiéndase que subirá la mayoría de los precios) y «sostenido» (que sucederá durante varios meses, hasta que los precios se sinceren en el mercado). El cálculo de la inflación no es simple, nuestra economía consume miles de bienes y servicios distintos, pero resulta imposible hacerle un seguimiento a todos los precios. Entonces, se toma un subconjunto de ellos y se construye una canasta básica que incluye los gastos habituales de un hogar representativo, en este caso el «INEI» muestreo que los productos que más subieron de precio y tuvieron mayor incidencia en la inflación fueron el pescado fresco y congelado, leche en conserva, artículos del cuidado personal, carne de pollo, aceites, comidas fuera del hogar, pasajes en avión y compra de vehículos. La canasta básica está compuesta por distintos grupos de bienes y servicios, cada uno de los cuales tiene una ponderación diferente para el cálculo del costo de la canasta. Por ejemplo, el rubro ‘alimentos y bebidas no alcohólicas’ representa el 25% del gasto total de una familia, mientras que transporte y educación representan el 12% y 9%, respectivamente.
Desde luego, esto no significa que todas las familias dediquen exactamente ese porcentaje. Se trata de un promedio de la forma cómo una familia distribuye los gastos. El problema con esta inflación es que «EMINENTEMENTE REGIONAL» y que disminuirá nuestro poder adquisitivo constantemente durante los siguientes meses, pues nuestro dinero cada vez valdrá menos, es decir, los loretanos compraremos menos, porque los precios seguirán subiendo. El Banco Central de Reserva del Perú es el encargado de velar por la estabilidad monetaria nacional, y tiene como esquema de Metas Explícitas de Inflación anual de 2%, con un margen de error de +/-1%, es decir, entre 1% y 3% anual como máximo. En Loreto superaremos esto en solo el primer trimestre del año.
Esta inflación se acentuará en los siguientes meses y lo peor está aún por venir; porque se acerca la campaña escolar y los precios de los productos del mercado todavía «NO» alcanzaron su precio real. Puede que en algunos rubros hayan incrementado de golpe todo, pero sería muy raro. Siguiendo el método “promedio ponderado” o “precio promedio ponderado” (PPP) se utiliza para hacer una valuación de inventario, tomando valores promedios tanto para las mercaderías en stock como para los costos de mercaderías vendidas. El costo del inventario comprende el precio de factura, costos de transporte, recepción, seguros, almacenamiento, manipuleo y otros costos comprendidos en la adquisición de mercaderías. Los descuentos de compras. Las partidas de costos indicadas, exceptuando el precio de factura, se cargan habitualmente como costos indirectos.
Y ESTOS RECIÉN INCIDIRÁN EN LOS PRECIOS, LUEGO QUE SE TRASLADE EL INTEGRO DEL «IGV» AL COSTO DEL PRODUCTO, YA QUE EN LORETO NO PODEMOS UTILIZAR EL «CRÉDITO FISCAL»; COMO EN EL RESTO DE LAS 24 REGIONES DEL PAÍS. Todos los costos que pueden asociarse con la adquisición y el almacenamiento de inventarios deben ser asignados a los bienes específicos con el fin de tener de una manera más exacta la valuación del inventario. Los costos se calculan del promedio de los inventarios de cada SKUs; y con el peso específico de cada lote según su ingreso a los almacenes de las empresas. Y esto nos da el precio promedio, el método más usado, es el de «promedio simple compensado», el cual se usa en conexión con un inventario físico periódico. Es decir, se considera las mercaderías salidas de la existencia y se les fija el precio con base al costo unitario promedio de la mercadería en existencia a la fecha de la salida. En otras palabras, cuánto más nos alejemos del 31 de diciembre, las empresas tendrán menos stock de inventario que ingresó a sus almacenes sin Reintegro Tributario o en el caso de productos importados sin el pago del IGV. Por lo tanto, la inflación de febrero será mayor y seguirá habiendo hasta que los precios se sinceren en el mercado. «Y MIENTRAS TANTO NUESTRA REGIÓN VIVIRÁ SU PEOR RECESIÓN ECONÓMICA EN LOS ÚLTIMOS 100 AÑOS; SOLO COMPARABLE CON LA CAÍDA DEL BOOM DE CAUCHO DEL AÑO 1918.