La nación Awajún, que mantuvo bloqueado el suministro de petróleo, se siente traicionada y arrepentida de haber apoyado al presidente Pedro Castillo.
“En tiempos de campaña, con Pedro Castillo, en Iquitos, firmamos un acuerdo donde él se comprometió a respaldar y legitimar esos decretos, y ejecutar el plan de cierre de brechas, reconocidas por el gobierno anterior y que su gobierno también debía reconocer”, señaló el líder indígena Ismael Pérez.
Cuestionó que expusieron su problemática, pero el mandatario no mostró voluntad de atención, pese a que acataban una protesta desde hace 60 días en el lote 95, el 128, el 192, el 67, y la Estación 5, zonas desde donde bombean el petróleo, para ser trasladado a Bayóvar.
“Desde el 10 de diciembre, quisimos conversar con el Ejecutivo, y nos citó en la Av. Lima, pero no se presentó la premier, ni el ministro, solo mandaron directores y no se está respetando la agenda. manifestó.
Pérez recordó que el problema se inició hace 50 años, pues el Estado peruano, a través de Petroperú y los diferentes lotes de extracción del crudo, vienen contaminando a los pueblos aledaños al circuito petrolero.
“Como pueblos originarios hicimos un diagnóstico para demostrar que hay un sistemático perjuicio en nuestro ecosistema, a causa de los derrames. Presentamos el diagnóstico al Gobierno para que pudiera hacer un cierre de brechas. El Ejecutivo hizo un diagnóstico que arrojó que se requería una inversión de diez mil millones de soles para resolver los conflictos sociales. Para ello, se emitió un decreto supremo, el 185, con el cual reconocía el Ejecutivo que había una deuda social allí”, recalcó.