Por Miguel Donayre Pinedo
De repente he leído mal, me dije. Eso de levantarse temprano para otear la prensa digital lleva a algunos bailes con los titulares, debe ser el sueño que no sale de mis carnes. Lo volví a releer, si era el mismo titular, decía algo así que las denuncias deberían ser puestas antes de los actos de corrupción ¿cómo? Será un “revolucionario” del derecho penal me consolé o un exponente de las nuevas teorías sobre el ilícito penal sobre el enemigo –muy en boga en el derecho penal de vanguardia, me repliqué. No, era un abogado de la selva me dijo en voz quejumbrosa el alma de Jenaro Herrera, magistrado y abogado litigante de estos platanales. El sentido común nos señala que no se puede denunciar algo que no ha ocurrido, si no ocurre cual es la situación jurídica del denunciante, más cuando el derecho penal de por sí es garantista. Se quedó mirándome detrás de sus grandes anteojos. Pero las perlas jurídicas estaban muy pródigas ese día o quizás era un mal sueño. Este mismo señor inculcaba a los que administren justicia que deberían hacerlo en forma equitativa. No sabía que la equidad era una institución del Derecho romano- germánico, tenía conocimiento que era del Derecho anglosajón. En el derecho de esta parte del mundo se aplica la ley sino un juez puede ser denunciado por no aplicarla. En fin, cosas y casos de la selva. Sonó el despertador, sí era un mal sueño… felizmente.