No es posible entender el mensaje del Presidente Martín Vizcarra la noche de ayer domingo sin releer las encuestas publicadas ese mismo día. Pues, como ya se ha dicho, el Presidente se deja llevar por esas mediciones y toma decisiones en función de ellas. “La voz del pueblo es la voz de Dios”, es la frase que guía sus decisiones.
La cuestión de confianza planteada era la última -¿y única?- opción. Y tampoco se podía esperar mucho tiempo. Pues es evidente que la aprobación del Presidente había bajado unos puntos y seguiría esa tendencia si es que no hacía lo que finalmente hizo. Y, en el fondo, nos parece la medida más acertada.
“La aprobación al presidente de la República bajó con respecto al mes anterior: ahora alcanza el 45%, según la más reciente encuesta nacional urbano-rural de El Comercio-Ipsos. Sin embargo, el respaldo sigue siendo, por segundo mes consecutivo, mayor que la desaprobación. El sondeo revela que la desaprobación al jefe del Estado se ubicó en 44%. Esto denota un aumento en comparación a agosto, pues en dicho mes estaba en 42%.”, señala la nota periodística. Ese estudio ha sido determinante para que el jefe de Estado convoque a los congresistas de la bancada de PPK (el partido) y antes de dirigir el mensaje les diga en Palacio de Gobierno que no había otro camino.
La reforma política abarca la no reelección de congresista, el financiamiento de partidos políticos y el retorno a la bicameralidad. La reforma de justicia constituye una reestructuración del CNM, institución que es la encargada de nombrar y destituir jueces y fiscales, actualmente se encuentra desactivada producto de la crisis de corrupción que atravesó. Nadie puede oponerse a esas medidas, esas reformas. Por eso la frase repetida por el Presidente de al República “Reforma, ya” ha recibido el respaldo inmediato.
El otro camino era la convocatoria a referéndum. Ya se sabe que por ahí la propuesta se iría enfriando y que los parlamentarios, especialmente los de la bancada de Fuerza Popular -aunque con la mirada complaciente de sus demás colegas- la iban a alargar más de la cuenta. Como estaba sucediendo. Por eso es importante volver a la encuesta publicada en “El comercio” donde se señala que “El sondeo también indica que un 75% estaría de acuerdo en firmar esa recolección para llevar a cabo el referéndum. Un 22% asegura que no firmaría y un 3% no precisa respuesta. Igualmente, un 63% opina que el referéndum debería llevarse a cabo este año. Un 21% considera que la consulta se debe efectuar el próximo año y un 7% cree que no se debería llevar a cabo”.
Con este planteamiento Martín Vizcarra ha puesto en práctica lo que la mayoría de políticos dicen de la boca para afuera: “La voz del pueblo es la voz de Dios”. Les toca, como lo ha hecho el Presidente de la República, practicarla.
Aunque los pastores de todas las iglesias han demostrado que no todos tienen el mismo Dios.
No es posible entender el mensaje del Presidente Martín Vizcarra la noche de ayer domingo sin releer las encuestas publicadas ese mismo día. Pues, como ya se ha dicho, el Presidente se deja llevar por esas mediciones y toma decisiones en función de ellas. “La voz del pueblo es la voz de Dios”, es la frase que guía sus decisiones.
La cuestión de confianza planteada era la última -¿y única?- opción. Y tampoco se podía esperar mucho tiempo. Pues es evidente que la aprobación del Presidente había bajado unos puntos y seguiría esa tendencia si es que no hacía lo que finalmente hizo. Y, en el fondo, nos parece la medida más acertada.
“La aprobación al presidente de la República bajó con respecto al mes anterior: ahora alcanza el 45%, según la más reciente encuesta nacional urbano-rural de El Comercio-Ipsos. Sin embargo, el respaldo sigue siendo, por segundo mes consecutivo, mayor que la desaprobación. El sondeo revela que la desaprobación al jefe del Estado se ubicó en 44%. Esto denota un aumento en comparación a agosto, pues en dicho mes estaba en 42%.”, señala la nota periodística. Ese estudio ha sido determinante para que el jefe de Estado convoque a los congresistas de la bancada de PPK (el partido) y antes de dirigir el mensaje les diga en Palacio de Gobierno que no había otro camino.
La reforma política abarca la no reelección de congresista, el financiamiento de partidos políticos y el retorno a la bicameralidad. La reforma de justicia constituye una reestructuración del CNM, institución que es la encargada de nombrar y destituir jueces y fiscales, actualmente se encuentra desactivada producto de la crisis de corrupción que atravesó. Nadie puede oponerse a esas medidas, esas reformas. Por eso la frase repetida por el Presidente de al República “Reforma, ya” ha recibido el respaldo inmediato.
El otro camino era la convocatoria a referéndum. Ya se sabe que por ahí la propuesta se iría enfriando y que los parlamentarios, especialmente los de la bancada de Fuerza Popular -aunque con la mirada complaciente de sus demás colegas- la iban a alargar más de la cuenta. Como estaba sucediendo. Por eso es importante volver a la encuesta publicada en “El comercio” donde se señala que “El sondeo también indica que un 75% estaría de acuerdo en firmar esa recolección para llevar a cabo el referéndum. Un 22% asegura que no firmaría y un 3% no precisa respuesta. Igualmente, un 63% opina que el referéndum debería llevarse a cabo este año. Un 21% considera que la consulta se debe efectuar el próximo año y un 7% cree que no se debería llevar a cabo”.
Con este planteamiento Martín Vizcarra ha puesto en práctica lo que la mayoría de políticos dicen de la boca para afuera: “La voz del pueblo es la voz de Dios”. Les toca, como lo ha hecho el Presidente de la República, practicarla.
Aunque los pastores de todas las iglesias han demostrado que no todos tienen el mismo Dios.