Por Miguel Donayre Pinedo
Hace poco leía un furibundo artículo de Mario Vargas Llosa sobre la enseñanza de sexualidad en una Comunidad Autónoma en España, él rechazaba que en esas clases se enseñara aspectos relacionados con la masturbación. Para ello empleaba argumentos discutibles como buen converso liberal esos temas pertenecen al ámbito privado y no deben traspasar al ámbito público. Lo que asombra es que él que es un perseguidor de luchas por la transparencia y un buen gobierno hasta el momento silencie, calle, encubra, omita, sus comentarios hacia la corrupción de sus amigos conservadores en España. La corrupción conservadora en la península se derrama como una mancha de aceite y él se calla. No observada nada, no dice ni mú. Seguro que saldrá a blandir sables a favor de las libertades políticas en Cuba que yo también suscribo. Pero silenciar la corrupción de altas esferas políticas por hay amigos suyos metidos en esa cumbia, dice mucho de su condición de mandarín que abre sus ojos para unos casos y cierre para sus amigotes.