En este tiempo de primavera el azar de mis búsquedas me hizo llegar a la guaracha interpretada por Ofelia Montesco. La letra era de un célebre autor colombiano que hacía muchas canciones para películas, reza en la gacetilla sobre él. Salté de emoción al encontrarla. Avisé a algunos amigos del hallazgo, a mis viejitos. Mi padre fue uno de los primeros en advertirme de “Carita de cielo” como hija de la floresta. Lo divulgué porque pensé, en un momento, que era una ilusión mía. Sentía que era un espejismo de mis obsesiones para saber más de ella. Pero no, era real. Es más, a raíz de ese descubrimiento pude comparar la voz de Ofelia con otras interpretaciones de ella y llegué a la conclusión, con certeza, que era la voz de esta actriz amazónica. La Montesco había incursionado en el canto también como lo refrendan los vídeos colgados en Youtube. Pero no sé qué circunstancias tuerce al azar con Ofelia. Nos hace jugarretas imperdonables. Estos días donde se avecinan mudanzas por el Olmo he querido volver a escuchar a Ofelia con esa canción guasona del bigote de Pedro Pedrín Pedrosa, pícara y no pude escucharla. La búsqueda en Youtube no me daba ningún resultado ¿Qué ha pasado? De un momento a otro alguien la ha quitado ¿quién hizo tamaño error?, ¿Por qué razones la han retirado? La alegría ha sido de unos cuantos días, casi contados con los dedos de la mano – la alegría dura poco en casa del pobre, dice un refrán. Sí, duró muy poco, lo digo con desasosiego. Nos deja un sinsabor, cierta rabian e impotencia. No ayuda nada que se haya retirado la guaracha entonada por Ofelia Montesco. La memoria colectiva sobre ella se adelgaza. Hace que se pierda en el olvido, en la fragilidad del recuerdo de unos cuantos. Ha sido una de las primeras actrices peruanas que triunfó en la meca del cine latinoamericano que en ese entonces era México y pasa desapercibida. El azar así como me dio ese descubrimiento también lo quita.
