Escribe: Miguel Lizarzaburu

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Sus cuerpos ensangrentados,  yacían en la pista de la Avenida Navarro Cauper, uno de ellos totalmente inconsciente y el otro además de ensangrentado  con varios tiros de revolver, uno de sus brazos, colgándole por la piel, debido al  hueso roto, que se podía apreciar por encima de su muy presentable camisa a cuadros.

Mientras, alrededor policías y población enfurecida, daba muestras de aprobación al hecho.  “Mátenlos…para que van a vivir esos delincuentes de m…” “nadie tiene pena de ustedes mald…” Fueron las menos fuertes expresiones, cargadas de violencia, como la causa que originaba en ese momento la escena tan chocante, como cachetada al rostro de cada padre, madre, educación,  autoridades, medios de comunicación y  a todos, porque cada uno de nosotros tiene parte en esta sociedad que cada vez se desborda en el delito, involucrando especial e infelizmente a los jóvenes. Sí, a los jóvenes porque son hijos de alguna de las familias que en otros tiempos hubiera sido bien difícil ubicarlos en este contexto, que al parecer solo le correspondería a aquellos que no tuvieron la suerte de contar con buena casa, comodidades, educación privada, buena ropa, calzado, moto y celular de última generación.

¿Qué puede pasar con estos jóvenes que aparentemente lo tienen todo y ninguna necesidad material de robar o asaltar a nadie? Es posible que entre otros motivos que vienen del seno familiar, estemos frente a una moda, de cómo levantarse el ego, ser protagonistas de algo que los vuelva temerarios ante los demás y ello los haga sentirse importantes, pues está claro que pueden haber tenido  todo lo material, pero con una tremenda falencia afectiva que solo y únicamente puede brindarles el tiempo que sus padres les puedan haber destinado, sin tratar de reemplazar este requisito fundamental con cosas materiales. O es que simplemente, esta categoría de  jóvenes, que no podrían quejarse de falta de oportunidades,  ya vienen con “fallas de origen” desde el haber convivido en climas de violencia entre sus propios padres y otras situaciones permanentes  que se incluyen en el entorno social, que además involucran  a los medios de comunicación, encargados de propalar noticias a diario con sangre y muerte de por medio.

LÍNEA DE CRIMEN

Está claro que esta generación de jóvenes en el delito, no sería más que el producto de una sociedad violenta que a cambio de violencia exige más violencia, y entonces este círculo vicioso iría creciendo aún más ante nuestros ojos, sin que podamos hacer lo suficiente para contenerla o romper el círculo que nos envuelve cada día haciéndonos parte de este especie  de “circo romano del siglo 21”, tal como señalaba César Hildebrandt en referencia a la cuestionada y a la vez aplaudida y copiada campaña “Chapa tu choro y déjalo “paralítico”.

A decir de muchos, estos jóvenes involucrados o inmersos en la delincuencia son de clase media y sus edades varían entre los 18 a 23 años con rostros ‘finamente parecidos’, entonces hoy más que nunca nos preguntamos ¿cuál es el verdadero rostro de la delincuencia en la actualidad? La clase social era una barrera para atrapar a la juventud en hechos delictivos por la misma necesidad en el hogar, sin embargo los últimos acontecimientos registrados en la ciudad reflejan todo lo contrario, no son de condición humilde, su nivel de delincuencia lo hacen de puro vacilón y la situación de sentirse el rey del mundo es con el fin de levantar su ego. En este informe partiremos de un hecho concreto, el 13 de setiembre de este año Wolf Lovera Lachi, supuesto delincuente abatido en la balacera registrado el último jueves 5 de noviembre colgó en su página de facebook lo siguiente, “ustedes roncan con Jordan, carros, mujeres, pistolas. Yo ya tuve todo eso, yo ya supere esa moda. Lo mío es el cash cash, no te viro para atrás. Y si te buscas un calentón y luego te cazarán. Tranquilo, la calle no me manda, yo la guío…”, al parecer serían letras de una canción que suelen atrapar a estos jóvenes carentes de afecto familiar.

Por otro lado, el estado de salud de Leonhard Tello Guzmán es estable, continúa recuperándose en el hospital Regional de Loreto, sin embargo esto despierta la poca justificación de sus familiares que lejos de vivir en la realidad, viven cegados por un hecho que para ellos está lejos de la realidad, sin embargo a través de las redes sociales sus familiares y amigos dan fuerza y aliento al joven para cambiar su estilo de vida. Otro caso que no pasa desapercibido es  la captura de Diego Anthony Weill Gómez  de 19 años, según fuentes policiales es propietario de la motocicleta donde fugaban los supuestos asaltantes, sin embargo al ser decomisado su equipo celular encontraron el video del asalto a madre Aurelia Feliciano Bonilla, directora del albergue el «Huambrillo», hecho ocurrido en el cruce de las calles Próspero con San Martín. ¿Qué hacía en el lugar de los hechos?, ¿fue un vacilón o una apuesta?, son preguntas que muchos de los lectores realizan a sabiendas que vienen de familias posesionadas, sin embargo sólo las investigaciones y la justicia lo sabrá. Finalmente la policía sigue tras los pasos de los dos complices que son no habidos y participaron en el asalto, según versiones oficiales y de los testigos.

Llamada

El Coronel PNP Olter González, jefe de la División de Orden y Seguridad de la Región Policial de Loreto, enfatizó que hay absoluta confianza en el desempeño del Ministerio Público. “El fiscal de turno doctor Ulises García Rivasplata, es un buen fiscal que lidera bien una investigación y pedirá prisión para todo aquello que resulten responsables en este ilícito penal”.

Llamada 1

Esta categoría de  jóvenes, que no podrían quejarse de falta de oportunidades,  ya vienen con “fallas de origen” desde el haber convivido en climas de violencia entre sus propios padres y otras situaciones permanentes  que se incluyen en el entorno social, que además involucran  a los medios de comunicación.

2 COMENTARIOS

  1. TU NOTA PERIODISTICA HACE NOTAR LA MALA EDUCACION CON LA QUE FIRMAN PROFESIONALES AQUI LO CUAL ES PREOCUPANTE.
    ESTA GENTE NO ES DE CLASE MEDIA Y SI LO FUERA IGUAL ES DELINCUENTE ES DELINCUENTE. LA MISERIA Y POBREZA CON QUE SE VIVE AQUI ES NOTORIA PARA CLASIFICAR A GENTE DE PICOS RECURSOS COMO CLASE MEDIA. VIVIENDO ESTA GENTE EN ZONA ROJA Y SIENDO HIJO DE POLICIA , ETC. LO Q SI CREO ES SEGURO A PESAR DE SER POBRE TENIA PARA COMER Y OTRAS NECESIDADES PERO EL MAL CAMINO QUE TOMO FUE AVALADO POR SU FAMILIA PORQ LOS PADRES SABEN COMO COMPRAN COSAS FUERA DE SU ALCANCE PERO SE HACEN LOS CIEGOS.
    FELUCITO ALA POLICIA Y SIGAN ELIMINANDO ESTAS LACRAS AL QUE QUEDA VIVO A CARCEL CON MUCHOS ANOS ,MUERTO EL PERRO SE ACABA LA RABIA.

  2. Ineludiblemente los Valores se inculcan en Casa y si vinen de una familia fraccionada y con problemas sociales. Esto es el resultado, asi a tu hijo le des lo economico le falta lo afectivo. Ya dice la Biblia «Cria a tu Hijo con poco de Hambre y un poco de Frio». si le das todo se pierde el dia que no puedas cumplir sus caprichos materiles.

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