[CUANDO VENDÍA REFRESCOS EN MASUSA].

Las personas que deseen ayudarla con una silla de rueda pueden apersonarse a su humilde vivienda ubicada en la manzana C lote 45 de la calle Aguas Verdes cerca de Masusa, su esta de salud es delicado y dependiente para realizar sus necesidades fisiológicas.

Una joven trabajadora está condenada a vivir paralítica, luego de sufrir un aparatoso accidente en una de las embarcaciones del puerto masusa cuando vendía refrescos, la infortunada madre estaba en el segundo piso a una altura de cuatro metros, sin embargo las inclemencias del clima le jugó una mala pasada haciendo que sus sandalias resbale en la plataforma de fierro y caiga fuertemente en posición de cuclillas, al principio sólo quedó la mitad de su cuerpo adormecida siendo auxiliado por amigos y familiares para luego llevarla a su domicilio a tres cuadras del incidente.

Los dolores empezaron hacerse notorio pasado los minutos mientras que sus parientes le dieron algunas pastillas, sin embargo eso no fue suficiente, pues la joven madre tenía dificultad para mantenerse en pie y realizar sus quehaceres del hogar, luego de ser llevada al hospital Regional de Loreto los médicos ordenaron su internamiento y luego el alta a los dos meses con la esperanza de volver a caminar, hoy vive postrada en cama esperando la caridad de vecinos y familiares. “Tuve que venir desde mazan para ayudarla con una niña de dos años y un bebé de 7 meses, me parte el alma verla las 24 horas del día en cama, para que pueda sentarse en la vereda lo ponemos en silla arrastrándola y muchas veces se ataja en el entablado de madera, espero que algunas personas de bueno corazón nos ayuda porque somos de condición humilde”, sostuve la madre con lágrimas discurriendo sus mejillas. (M. Lizarzaburu)