Pro y Contra llegó hasta el Hospital Apoyo Iquitos, donde pudo evidenciar las pésimas condiciones sanitarias en las que se atienden a miles de gestantes y pacientes en general.

Desde el ingreso inicia la congestión. Los médicos deben cruzar por el área de admisión de los pacientes quienes se ven afectados cada vez que esta zona se inunda producto de las fuertes lluvias. 

Metros más allá encontramos la sala de triaje, cuyas paredes, que datan de hace 80 años, lucen desgastadas y el techo presenta filtraciones y hasta agujeros, representando un peligro para los usuarios. 

Pese a que el exgerente de salud, Oscar Calampa, advirtió que estas instalaciones están inhabitables, las autoridades no hacen nada por gestionar los nuevos ambientes del nuevo Hospital Iquitos, que tienen retrasos injustificados. 

El área de emergencia, lo que debería ser un ambiente seguro y sanitario para sus pacientes, se ha convertido en un área con paredes con moho, con las que deben lidiar los pacientes que ya suficiente tienen con sus males. 

La sala de operaciones es otra calamidad. Además de sus reducidos cuartos, tiene las mayólicas rotas, por lo que se registra un alto porcentaje de infecciones post quirúrgicas. 

También existen deficiencias en el material médico que está en estado obsoleto. Sin embargo, según comentó el presidente del Cuerpo Médico, Reyles Ríos Reátegui, el gobernador Elisbán Ochoa en todo este tiempo no se dignó en recorrer las instalaciones y conocer esta cruda realidad.