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Palabras urgentes

ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel

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“LOS POETAS PARECE QUE SON LO ÚNICO INSOBORNABLE. TAL VEZ PORQUE NO TENGAN NADA. LA MISERIA RADICAL SE CONVIERTE EN PUREZA, EN UN ACTO POLÍTICO VALIENTE, SÓLIDO. BOLAÑO ESTABA OBSESIONADO CON LOS POETAS, PORQUE ERAN LO ÚNICO QUE SE RESISTÍA AL DINERO. NO TENÍAN DINERO LOS POETAS, PERO SÍ CONOCIMIENTO (…). EL TERCER MUNDO, ES DECIR MÉXICO, SÓLO NOS REGALA MISERIA Y PROMISCUIDAD. BOLAÑO CELEBRÓ EL TERCER MUNDO INVENTANDO UNA DANZA LITERARIA ENTRE LA POBREZA Y EL SEXO. PORQUE EL SEXO ENTRE LOS POBRES ES MÁS SEXO QUE ENTRE RICOS”. (MANUEL VILAS EN EL PRÓLOGO A POESÍA REUNIDA DE ROBERTO BOLAÑO (JUNIO DE 2018

“La poesía mal denominada social fue practicada hasta la fatiga por una ruma de histéricos insustanciales, perdidos en gritos inconsecuentes, y negada totalmente por sus formas de vida, influenciados por Blas de Otero, Rafael Alberti y los poetas de la guerra civil española, influenciados éstos a su vez por Vallejo. Se produce aquí la vuelta a América del poeta de Poemas Humanos, mal digerido, mal imitado a través de esa masa de irresponsables”. Palabras urgentes.

“Hemos nacido en el Perú, país latinoamericano, subdesarrollado, hemos encontrado ágiles ruinas, valores enclenques, una incertidumbre fabulosa y la mierda extendiéndose vertiginosamente”. Es una parte del manifiesto “Palabras urgentes” firmado por los “horazerianos” allá por los años 70. ¿Tiene o no tiene vigencia? Cincuenta años después parece que fue escrita hoy mismo. Por eso, quienes acudimos al recital de poesía la noche del viernes en “La Casa de la Literatura” hemos tratado de revivir esos años.

Escuchar la poesía de Jorge Pimentel recitada por Jorge Pimentel es otro level. Ahí estaba él y varios de su generación. Recordándonos no sólo ese párrafo sino éste: “Debemos decir que la crítica en el Perú y en la mayoría de países latinoamericanos está ejercida por escritores fracasados en otros géneros, y si a esto se añade una ignorancia descomunal, el resultado de estas contingencias suele ser espantoso. Se ejercita el silenciamiento, la confusión, la venganza política, la degradación perversa. Todo esto convierte a gran parte de la crítica malévola y apoteósicamente irresponsable. Pero tal cosa no nos preocupa básicamente”. Porque esos jóvenes -entre los que estaba el amazónico Jorge Nájar- no sólo olían “la mierda extendiéndose vertiginosamente” sino que se lanzaban contra la crítica de esos tiempos que, con algunas variaciones, sigue siendo la misma, misma.

“La poesía en el Perú después de Vallejo sólo ha sido un hábil remedo, trasplante de otras literaturas. Sin embargo, es necesario decir que en muchos casos los viejos poetas acompañaron la danza de los monigotes ocasionales, escribiendo literatura de toda laya para el consumo de una espantosa clientela de cretinos”. Realidad social, diagnóstico de los críticos y evaluación de la creación poética no era una generación espontánea sino un modo de vida que, en la vida misma, tuvo sus matices. En ese camino cincuentenario se han ido apagando voces -de alguna forma esa noche se hacía un homenaje a Tulio Mora- y otras han ido desertando. Como no podía ser de otra forma, esa irrupción social, poética y crítica iba a provocar reacciones

Fue precisamente Mora quien publicó un libro fundamental para los “horazerianos”: “Hora Zero: los broches mayores del sonido”. Es la historia de este movimiento en forma de rescate, en casi 700 páginas repasa la obra de más de setenta poetas, narradores, pintores y escultores. Como se ha reseñado, “Entre poemas, testimonios, crónicas, cartas, manifiestos y una amplia bibliografía, el volumen pone en relieve la producción de estos artistas y la hasta ahora poco conocida adhesión del joven Bolaño, que se mantuvo vigente hasta la muerte del autor de «2666». La presentación de esta publicación fue uno de los motivos de la reunión del viernes.

Aquella noche limeña los poetas se iban turnando. Un poeta, un estilo, una entrega, una vida. Se respiraba poesía y se escuchaba poesía.

Todos los que asistimos a ese recital, homenaje también, hemos repasado mentalmente ese manifiesto. Su rebeldía, sus palabras llenas de valor iconoclasta, como ya se dijo en millones de veces. Quizás tirándose contra la pared. De eso se trata también la poesía. Y, talvez, pocos recordarán que ese grupo fue concebido por Juan Ramírez Ruiz y Jorge Pimentel, recién ingresados a la Facultad de Educación de la Universidad Federico Villarreal y que habían descubierto que tenían en común no solo su apego a la Historia sino a la poesía, la que finalmente los unió con otros de su generación sin imaginarse que ese primer manifiesto y la poesía que escribirían después iba a ser eterna. Como bien se comprobó aquella noche del viernes que también fue eterna.

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