La visita del Presidente de la República, Martín Vizcarra, nos ha confirmado que es un gobierno transitorio que se encargará de llevar la fiesta en calma. Con los aplausos necesarios para amenizar la reunión, algunos gestos para la tribuna y cuanto menos se toquen los temas de fondo, mejor. Su breve estadía en Iquitos le ha llevado a recorrer maratónicamente algunas obras, continuadas por el gobierno regional en algunos casos y por el gobierno central en otros. Algunas de ellas iniciativas de la actual gestión regional.

Ese trajín meramente de supervisión no está mal. Absurdo fuera pensar lo contrario. Más allá de los selfies (como bien refiere la crónica escrita para este diario por Jorge Carrillo, corresponsal de RPP Noticias) y las pancartas con frases de bienvenida y “pedidos” de la población lo que esperábamos era lo que declararía Vizcarra sobre el desarrollo de Loreto. Sobre cómo piensa su gobierno emprender lo importante sin dejar de hacer lo urgente. Y cuando le tocó declarar sobre la interconexión Moyobamba – Iquitos y al recordársele su posición cuando se desempeñaba como Ministro de Transportes y Comunicaciones dijo: “Era una posición sectorial, ahora tenemos que ver las cosas de manera diferente”.

Es verdad que está en camino una serie de obras que requieren urgente culminación. La nueva infraestructura y equipamiento del Hospital Apoyo Iquitos, la sede moderna del colegio “Victoria Barcia Bonifatti”, la instalación nueva del Colegio Clavero y la culminación del puente sobre el río Nanay. Y podemos incluir en esa lista la convocatoria para el estudio preliminar de la construcción de la carretera a la Costa. Pero la obra más importante que espera Iquitos como capital de la Amazonía Peruana es la interconexión eléctrica Moyobamba – Iquitos que está paralizada y nadie pone énfasis en destrabarla. Y a juzgar por las declaraciones de Vizcarra será mejor no ocuparse del tema porque está llena de conflictos.

Ahí es donde deberían empeñarse los que tienen algo de poder actualmente. Es decir, los legisladores, gobernador y alcaldes provinciales y distritales. Aprovechar, por ejemplo, que como hecho inédito en la historia de Loreto sean dos hermanos –Jorge y Fernando- Meléndez Celis quienes estén muy cerca al Presidente de la República y, por lo tanto, tienen la posibilidad de indicarle a Vizcarra por dónde debemos apuntar en obras públicas y proyectos importantes. Aprovechar, además, que luego de muchos años tenemos como Presidente de la República un provinciano que no sólo tiene esa mirada distinta que los capitalinos carecen sino que se ha empeñado en recorrer el interior del país no sólo para recibir muestras de apoyo sino que se sienta la presencia estatal en las zonas más alejadas.

Creo que Martín Vizcarra durante su visita a Iquitos ha hecho lo urgente y ha evitado pronunciarse sobre lo importante. Y queremos un Presidente que haga lo urgente e importante. Ya sabemos que en algunos casos ambas características coinciden. Así que la tarea será que haga lo importante y deje lo urgente para otros estamentos del Estado. Por lo menos para Loreto queremos eso.