Engañoso periodista

El feroz, incendiario y temible Manuel Gonzáles Prada, acuñó una brutal frase de hospital para graficar la corrupción nacional, aquello del dedo y el  pus. Donde quiera que fuera. Hasta en el gremio periodístico de este país, esta ciudad. El oficio no es una isla de santos martirizados por huir del pecado o de castos hermanitos caritativos entregados a asuntos espirituales. Es parte de esta sociedad que acusa un desprestigio generalizado de las instituciones. Nos guste o no. De manera que cualquier cosa puede ocurrir. De noble y de vil.

La oportuna frase de don Manuel Gonzáles retumba todavía en este Perú, este Iquitos, y se confirma en la vileza sin nombre que acaba de hacer un ciudadano, Walter Bardales Abarca, que hasta hace poco pasaba por un ciudadano probo, un varón sin mancha, un hombre serio y preocupado por los estudiantes, las estudiantes. La figura engañosa se derrumbó de repente. Yace en el suelo del delito, en el tugurio de la culpa. No interesan los detalles, los pormenores del bochornoso hecho. Interesa más bien confirmar que en este país poco queda en pie. Los llamados a dar el ejemplo, los supuestamente inmaculados, los próceres de la patria, los que deberían ser faros, caen rápido. Se desinflan sin más. No resisten las pruebas de honestidad y hombría.

En esa lista podríamos demorarnos hasta el cierre de esta edición. Cierto, somos humanos y podemos fallar. Correcto. Pero porque somos humanos no podemos fallar a las nuevas generaciones. Eso es lo más grave de este casi impublicable asunto hotelero del ardoroso Washito. Los que vienen atrás buscan guías, referencias, y no pueden recibir escabrosos cuadros de conducta anormal. ¿Qué decir, como disculpa siquiera, ahora a los alumnos y alumnas que alguna vez participaron en el programa televisivo?  ¿Qué cuento contarles a los otros televidentes ahora que el conductor de las preguntas educativas y culturales se sacó la careta?

1 COMENTARIO

  1. Coincido contigo amigo, pero este patin, siempre le veia con esos aires, bueno seguro saldra con sus excusas absurdas, pero el daño ya esta echo, mas que todo a su familia

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