Jugaban con la camiseta de Suiza pero Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri festejaron sus goles ante la selección de Serbia en el Mundial Rusia 2018 haciendo un gesto propio de otro lugar: cruzaron sus manos para hacer el «águila bicéfala», un símbolo propio de los nacionalistas albaneses.
Su forma de celebración levantó la ira de los serbios y trajo a la competencia deportiva las tensiones políticas que aún se viven en los Balcanes.
El «águila bicéfala» es una imagen que aparece en la bandera nacional albanesa, por lo que los críticos del gesto de ambos jugadores señalan que podría avivar la animadversión entre los nacionalistas serbios.
El partido culminó 2 – 1 a favor de los suizos.
BBC Monitoring informó que en Serbia, el diario progubernamental Informer se refirió de forma despectiva a los albaneses, diciendo que «el clan albanés dentro del equipo de «los relojeros» están lanzando flechas envenenadas desde hace semanas, por lo que el partido no podía transcurrir sin una provocación».