ESCRIBE: Jaime A. Vásquez Valcárcel

*Ni el alcalde ni el gerente general se han dado cuenta que el problema principal de la gestión en Maynas son Vladimir Chong Ríos y Víctor López Orihuela.

El problema no es que se haya judicializado el tema del robo de combustible en la Municipalidad Provincial de Maynas, sino que, sabiendo hace meses atrás, antes de que el caso fuera presentado en la Fiscalía, tanto el alcalde Vladimir Chong Ríos como el gerente general, Víctor López Orihuela, no hayan retirado a quien dirigía estas irregularidades.

El problema no es que se haya detenido preliminarmente a Eduardo Cuestas ante las evidencias del robo de combustible, sino que el alcalde de Maynas y el gerente general hayan autorizado la publicación de un comunicado que, aparte de hipócrita, refleja el perfil de esta administración, es decir, de falta de transparencia y dosis de encubrimiento.

El problema no es que buena parte de los pagos por arbitrios de los vecinos de Maynas se destinen a favorecer a quienes deberían dirigir el sistema de seguridad ciudadana en beneficio de la población, sino que el alcalde y el gerente general han sido incapaces de planificar un servicio de Serenazgo que tuvo recursos de los contribuyentes y, más bien, hayan permitido un sistema de robo de los pagos de arbitrios. Nunca como el 2024 la MPM recaudó tanto, y nunca como antes, se dilapidó buena parte de ese dinero.

El problema no es que desde los últimos meses del año pasado se haya evidenciado, con diversas publicaciones, los viajes frívolos del alcalde y la corrupción que existe(tía) en el uso del combustible, sino que una vez conocidas las mismas por Vladimir Chong Ríos y Víctor López Orihuela, ambos hayan emprendido un esquema de negacionismo y contracampaña hacia quienes hacían esas publicaciones, cuando lo más cuerdo era reconocer el error y enmendar rumbos torcidos.

El problema no es que los regidores muestren apoyo u oposición a las propuestas que plantean el alcalde y gerente general, sino que ambos han demostrado en los últimos días que no tienen la capacidad necesaria para establecer consensos en bien de la comunidad y creen que quienes los aplauden desde la cercanía del poder son quienes desean éxito de la gestión, cuando ellos serán los primeros en señalarlos cuando pierdan ese poder efímero que la Ley de Municipalidades les otorga.

El problema no es que el alcalde y gerente general salgan a decir que no existe marco legal para el cobro de arbitrios y echen la culpa a algunos regidores, sino que no podrán realizar campaña alguna de pago de esos arbitrios sin que provoquen indiferencia y desconfianza en la ciudadanía y, ambos, sean vistos como cabezas decisivas de una administración que se encarga de dilapidar – sería mejor decir robar – la plata que con tanto esfuerzo abona el ciudadano.

El problema no es que a poco menos de dos años de culminar el período edil de Vladimir Chong se note a un gerente general inepto e irresponsable que no es capaz de retirarse del cargo, sino la carencia de gente alrededor de la autoridad edil de sugerirle que evidencie un propósito de enmienda, que salve lo que queda de la gestión y que tome las decisiones pensando en hacer historia para bien, no para ser recordado como un alcalde frívolo y vacío.

El problema no es que Vladimir Chong Ríos y Víctor López Orihuela dirijan una municipalidad colapsada y desprestigiada ante la ciudadanía, sino que ambos personajes sigan creyendo que pueden mejorar esa condición contratando trolls para que los aplaudan en redes sociales e insulten a quienes finalmente terminarán dándoles la razón, porque los puntos flacos no son sólo los que se han evidenciado en el servicio de Serenazgo, sino que abarcan también otras oficinas.

En suma, el problema no es que Vladimir Chong Ríos y Víctor López Orihuela administren los recursos municipales de la manera más irresponsable y frívola de los últimos años, sino que no quieran darse cuenta que la gestión que dirigen ya perdió el respeto de la ciudadanía. Sí pues, el problema seguirán siendo Vladimir Chong y Víctor López, porque ambos se alocaron -¿nuevamente?- con el pequeño espacio de poder que les cayó de manera inesperada.

Finalmente, ni el alcalde ni el gerente general se han dado cuenta que el problema principal de la gestión en Maynas son Vladimir Chong Ríos y Víctor López Orihuela. Los ciudadanos que deseamos vivir mejor estamos en la obligación de pedirles que recapaciten y dejen de perjudicar a una ciudad que, en un caso, lo vio nacer y, en otro caso, lo acogió como foráneo. Y que, con todo el respeto, les pedimos que dejen de robar las ilusiones y la plata de los contribuyentes.

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