El peligro de la caja boba

La caja boba y para borricos, la televisión de cada segundo de tantas vidas, es letal en su perniciosa influencia. La estupidización incesante es su clave mayor y para ello crea programas tontos, estrellas postizas, personajes banales. Ese desenfreno de pésimo gusto y peor nivel, puede invitar al televidente a vivir en permanente estado de alienación. Hay gentes, por ejemplo, que quieren vivir como en las propagandas televisivas. Otros viven imitando a esos ídolos de barro que extreman payasadas para ganar audiencia. De manera que no es descabellado decir, como hicieron los vecinos ayer en la edición de este diario,  que la niña que se ahorcó en Belén quiso imitar al programa “Combate”.

La caja boba y para burros, la televisión de siempre, tiene poder en cada casa y dispone de los horarios a su antojo.  No es un delirio sostener que los menores de edad quieren vivir algo o mucho de lo que viene de la pantalla. De lo que ven como en una inocente cita hogareña. El problema, sin embargo, no es ese, no es la fácil imitación de cualquier cosa televisiva de parte de los infantes, sino el papel que juegan los padres. La ardua crianza de nuevos seres, de los seres del mañana inmediato, no puede dejar al azar la influencia de la televisión. Un control o una selección es inevitable si se quiere evitar la estupidización. Y hasta el suicidio de una criatura.

Porque la niña que murió ahorcada en Belén tenía escasos 8 años. Si esa tragedia no nos conmueve, no nos angustia y no nos hace pensar en qué estamos fallando como sociedad, como colectivo, que es la auténtica medida de lo que somos como individuos, entonces estamos demasiado estupidizados por la pantalla boba y para bobos. Y eso no puede ser. Sencillamente.

1 COMENTARIO

  1. Apreciamos la intencion de corregir el bajo estandar televisivo en nuestro medio.Como es sabido,equivocadamente los medios hablados y escritos,con el proposito de vender opiniones o criterios,,publicitan de acuerdo a lo que la sociedad quiere ver o leer,sea buena o mala,correcta o equivocada dentro de estos mismos estandares erroneos que,repito,erroneamente los medios publican a voz en cuello.No existe un estandar normal o ejemplar.Cada cual toma su propio rumbo o de linea editorial equivocada para hablar o mostrar eventos o criterios.

    Asi por ejemplo,en politica se promueve y gana el mas corrupto por tener mas dinero para invertir en su campania y no por que sea el mejor candidato para nuestra sociedad(Apra).En el deporte es igual y se promueve lo incorrecto creando falsas esperanzas.Y asi en todos los campos,nos dejamos influenciar por lo malo e incorrecto y por este equivoco mediatico que enferma y corrompe,por que simplemente cada cual hace y dice lo que quiere,que no es necesariamente, lo bueno y correcto.

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