Buen viaje

A punto de zarpar rumbo a cualquier punto de la selva baja, este navío de inicios del siglo pasado, muestra su estructura de igual características a la mayoría de barcos de esos años. Los pasajeros apostados al borde de la baranda se despiden de sus familiares con cierta melancolía, pues será varios días de viaje y el retorno no sería pronto. Los familiares a la orilla, sobre un terreno fangoso y de mucha maleza, que indica que la informalidad y la incomodidad de los puertos es herencia, incluso, de siglo a siglo. Los vestidos largos con blondas y encajes, más sombreros y sombrillas era el distintivo de las damas, y el sombrero panamá, más los sacos y pantalones confeccionados con telas venidas de la mismísima Europa para los hombres.