A mis amigos de Iquitos les comento que nuestro hijo juega futbol, entrena tres veces por semana, tiene campeonatos sábado y domingo…y ellos me comentan, El futbol te tiene prisionero!, te das tiempo para ello?.

            El deporte de tu hijo implica un cierto sacrificio de la familia, hablamos del deporte en sí, más no del futbol en concreto, ya que la mayoría de las disciplinas deportivas implican horas de entrenamiento en función al nivel de competencia.

            ¿Vale la pena tanto esfuerzo? Yo no tengo ninguna duda, cuando una pareja decide tener un hijo, deben ser conscientes que el pequeño va cambiar las prioridades de la familia, el que diga lo contrario quiere decir que nunca fue padre. Tus horarios cotidianos deben acoplarse a tu hijo(a), a medida que van creciendo se van haciendo más independientes, pero nuestra figura de padre siempre debe figurar en sus acciones de formación y evolución como personas.

            El colegio es “No Negociable”, es obligatorio, nadie dice que es un problema familiar. ¿Y el Deporte? Claro, es muy importante para la formación del niño, además de buenos hábitos deportivos, te enseña compañerismo, el sacrificio, el ganar y perder. En mi caso quisiera que mi hijo tenga excelentes calificaciones en el colegio (actualmente estudia en el Colegio San Agustín) pero también quiero que aprenda valores, unos los aprende en casa y otros en el colegio, pero muchos otros jugando fútbol.

            Algunos piensan que llevar a un niño a una escuela deportiva sería un problema familiar, podría ser. En mi caso es una Diversión familiar, ver a mi niño disfrutar del deporte, compartir con sus amigos, verlos sufrir cuando no llegan a sus resultados, todo eso me llena de alegría, del mismo modo disfruto de espectador desde las tribunas del Max Agustin.

            No importa el deporte que practiquen nuestros hijos, siempre y cuando lo hagan con empeño y se diviertan, No dejémoslo de apoyarlos. En resumen tener un hijo deportista significa que parte del tiempo de la familia será dedicado a ello, y ese tiempo NUNCA será tiempo perdido. En respuesta a la interrogante del tema: “La práctica deportiva de nuestro hijo Si condiciona  la vida familiar, pero siempre en forma positiva”