El blindaje de los indeseables

Escribe: José Rodriguez Siguas

Periodistas renombrados indicaban que el blindaje al Ex Vicepresidente Omar Chehade por parte de los congresistas de su bancada, era un mal ejemplo para la población, puesto que crearía un precedente en cuánto a cometer conductas no deseadas y no recibir castigo alguno; es así que el “Otorongo no come otorongo” cedió paso al término “Blindaje”, es decir, proteger, pero no en el significado estricto, sino como una forma de dejar pasar la corrupción, la delincuencia…

Un ejemplo claro de esta escuela malsana es lo que viene sucediendo en Iquitos con el caso del reconocido abogado Francisco Dongo, ya que sus amigotes en una actitud malsana (para variar, uno de ellos es el mismísimo Decano del Colegio de Abogados de Loreto) han buscado “blindar” a como dé lugar al hombre de leyes de triste recordación.

La libertad con comparecencia restringida de la que goza el señor Dongo se ve hoy más turbia que nunca, la razón es que la adolescente de16 años con la que tuvo el sonado affaire, ha dado su declaración en el Ministerio Público y sus respuestas fueron contundentes, sí tuvo relaciones sexuales con el abogado antes citado, lo cual pone en jaque otra vez la justicia peruana. ¿Tan mal está nuestra justicia? ¿Tan jodida está nuestra siempre desprestigiada justicia? ¿Por qué el supuesto proxeneta está encerrado y el abogado no?

Ciertamente, algunos dirán que el ejemplo se copia del centralismo limeño, que todo se resuelve entre patas, que la justicia cae sobre el más débil y el más pendejo sale libre; o en el mejor (o peor) de los casos, como sucedió con Omar Chehade, nadie puede desaforar a un congresista porque tiene poder. Así es como mide la justicia nuestra. Así cualquiera intenta sacarle la vuelta a la ley.

¿Y qué han dicho otros miembros de la ilustre orden del Colegio de Abogados? Nada, sólo el escritor y abogado Miguel Donayre ha expresado su malestar por la actitud de sus colegas en su columna habitual. La prensa tampoco le ha dado la importancia que se merece, sólo unos cuantos medios están viendo cómo se resuelve este caso (a la prensa oportunista solo le importa hablar sobre la revocatoria).

Mientras tanto se sigue esperando que los profesores de la Facultad de Derecho de la UNAP –y de las otras universidades de nuestra ciudad– se pronuncien (así como los abogados de vasta trayectoria) pues tendrán algo que decir ¿O acaso todos los abogados pertenecen a esa retahíla de sobones y cómplices que sólo buscan blindarse? Sinceramente, creo que no.

2 COMENTARIOS

  1. Que le hubiera pasado a un ciudadano comun y silvestre de seguro ya estaria en Guayabamba.-Hasta cuando tendremos esta sociedad Hipocrita .-Al final confundimos conocimientos titulos con etica y moral , no es mas moral quien mas conocimientos y titulos tenga .-Aprendamos a reconocer nuestros errores Yno es mejor colega quien te ayuda a esconder tus errores

  2. No obstante tratarse de un Abogado, ex decano del colegio de abogados y decano de la facultad de derecho, no se toma esta condición como un agravante, porque la pena para el usuario sexual de una menor, por prestación económica (prostitución), es no menor de 4 ni mayor de 6 años de prisión, como lo señala el aartículo 179-A del Código Penal. Pero además resulta ser cómplice primario o principal del delito de proxenetismo cuya pena es no menor de 6 ni mayor de 12 años, como lo establece el Art. 25° concordante con el Art. 181° del mismo código. Por lo que su artículo, señor José Rodriguez Siguas espero que sea leido por la Fiscalía de la Nación y de la OCMA, por que ninguna institución, ni Fiscalía ANTICORRUPCION está funciona en Loreto en su verdadera dimensión.

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