El 70% del agua potable que consumen los habitantes de Lima y Callao proviene de la laguna de Marcapomacocha, en la provincia de Yauli-La Oroya, en la región Junín. Sin embargo, los pobladores de este distrito y sus comunidades solo beben agua no potable, reclamó el alcalde de esta municipalidad, Marco Antonio Garay Meza.

La autoridad explicó que el agua que beben los comuneros proviene de manantiales de cada uno de los seis pueblos que conforman el distrito, pero no está potabilizada. Tras muchos años de olvido, su gestión viene elaborando el expediente técnico para el servicio de agua potable y desagüe de su distrito.

El gerente de servicios públicos y del ambiente del municipio, Betuel Egoávil, precisó que ante la falta de agua potable y desagüe de Marcapomacocha, el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) ofreció apoyarles con la instalación del sistema de agua potable y alcantatillado, pero nunca cumplió. 

El burgomaestre anunció, asimismo, que en un mes comenzará a sembrar mil queñuales en las fajas marginales de las lagunas y los ríos, cabeceras de cuenca y zonas altas de su distrito para hacer frente al descenso de las aguas de las lagunas de la zona que abastecen a Lima, por la sequía que trae el fenómeno El Ñiño. 

El burgomaestre adelantó que también está estudiando la declaratoria en emergencia a estas fuentes de agua en su distrito.

«A una altura de 4400 metros sobre el nivel del mar, no se pueden sembrar eucaliptos ni pinos; la única especie adaptable, resistente a las temperaturas de hasta más de diez grados bajo cero y que almacena grandes cantidades de agua, son los queñuales. Por ello sembraremos esta planta nativa en el distrito capital», explica Garay Meza.

La ausencia de lluvias ha generado un descenso en los niveles de las lagunas que abastecen de agua en un 70% a Lima y Callao, pero hasta la fecha ningún representante de la empresa de Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal), se ha comunicado, dice el edil.

Por su parte, la fiscal de la comunidad, Vilma Salazar Astudillo, también expresa su malestar. Detalla que no solo han disminuido las aguas de la laguna Marcapomacocha, sino de las 48 pequeñas lagunas que desembocan en esta y Antacoto, fenómeno que ocurre desde el año pasado, detalla.

“La comunidad está trabajando con técnicos para mejorar el desembalse de las aguas ante la indiferencia de Sedapal, principales beneficiarios de nuestras aguas, mientras nosotros nos perjudicamos y ni canon recibe nuestra comunidad”, denunció Salazar Astudillo.

No recibe canon hídrico

Pese a que la laguna de Marcapomacocha es la principal fuente del agua que consumen Lima y Callao, el alcalde precisó que su municipio no recibe ninguna retribución económica; no recibe canon hídrico

La primera semana de julio el cardenal Pedro Barreto demandó al Estado peruano ser justos con Marcapomacocha y exigió el canon justo que les corresponde para este distrito que hace mucho brinda agua a la capital.

“¡Agua, sí! ¡Mina, no!”

Además del descenso de las aguas de las lagunas, hay otro tema que sigue preocupando a Marcapomacocha, la presencia de proyectos mineros en la zona como el proyecto minero Ariana que se iba construir en medio de las lagunas.

El alcalde Marco Garay Meza fue tajante al afirmar que ante cualquier proyecto minero que amenace las aguas, la flora y fauna, el ambiente, es su prioridad el agua pronunciándose:» ¡Agua, sí! ¡Mina, no!»

Del 6 al 8 de octubre, los comuneros de Marcapomacocha y la municipalidad presentarán en el campo ferial de Yauris los mejores ejemplares de llamas y productos derivados de su lana y su carne baja en grasas, en un festival que retomará después de los años de la panemia.

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